El filósofo argentino Mario Bunge estimaba mucho a Lucas Lavado. Resaltaba su valentía para luchar contra los corruptos de todos los colores. Ahora Lucas Lavado sigue en lo suyo, observando el devenir de la política, escribiendo sobre educación, ciencia, tecnología, opinando sobre filosofía, bregando por una democracia auténtica en tiempos del conservadurismo más rancio.
—A la luz del último libro de Henry Kissinger, quien analiza los pasos de Nixon, de Gould, Adenauer, Thatcher y otros estadistas, ¿cree usted que en algún sector hay alguien al que se puede llamar líder?
Definitivamente, hay que decirlo con pesar, carecemos absolutamente de líderes. No me gusta la palabra “absolutamente,” pero es cierto. Lo impresionante de este libro es que el autor ha cumplido 100 años en mayo de este año y, al borde de los 100 años, ha culminado este excelente libro sobre los líderes más importantes del siglo XX, fundamentalmente, por ejemplo, Margaret Thatcher y, por supuesto, el presidente norteamericano en un famoso caso, Watergate, muy comentado, como que reivindica su papel.
—¿Dina Boluarte tiene alguna característica por la cual se le puede considerar lideresa o estadista?
Ciertos grupos de periodistas o cierta prensa han intentado y han hecho todos los esfuerzos para mostrar, para relevar, para presentarla como una líder, cosa de la que carece absolutamente. Están inventando una presidenta acorde con sus necesidades y hacen esfuerzos de todo tipo para presentarla como líder. Pero es imposible, francamente.
—¿Por qué Dina Boluarte y los que la apoyan en su gestión no le ponen énfasis a la ciencia y a la tecnología?
Porque es analfabeta. Y hay que decirlo con toda claridad, porque no solo se trata de Dina Boluarte, se trata de nuestra clase política y de nuestros funcionarios, a veces reputados y a veces bastante propagandizados. La ciencia y la tecnología son dos aportes fundamentales de la cultura contemporánea. ¿En qué consiste la ciencia? En reflexionar, en pensar y en explicar por qué son las cosas como son. Y la tecnología no hace eso. Los resultados de la ciencia los emplea para otra cosa. ¿Y cuál es esa cosa? La tecnología trata de diseñar, probar, experimentar con artefactos para transformar la realidad. La tecnología se trata de cómo hacer las cosas. Y en la ciencia de lo que se trata es cómo son y por qué ocurren ciertas cosas y no otras.
—El sector político que apoya a Dina Boluarte tiene el control del Congreso, la Fiscalía, la Defensoría del Pueblo y casi todos los estamentos del Estado. ¿Cree que logrará controlar el Jurado Nacional de Elecciones, la ONPE y el Reniec?
Sería suponer demasiado. Antes de esta captura, lo que se prevé, por lo que ocurre, por lo que estamos viendo, es que hay un malestar tan grande. Va a venir una ola tan grande y tendrá que barrer con toda esa lacra que en estos momentos invade los puestos públicos. Gente ignorante que carece de conocimientos elementales de lo que es el Estado, de cómo funciona la sociedad, de en qué condiciones está la pobreza, el empleo, la educación y la cultura en general.
—El periodista César Hildebrandt sostuvo que el pueblo puede impedir que los aliados de Boluarte tomen el Jurado Nacional de Elecciones, la ONPE y el Reniec. ¿Qué opina al respecto?
Afirmación confirmada no solo por las ciencias sociales, sino por la práctica diaria. No hay otra forma de llegar a conquistar libertades mínimas, cultura, bienestar. No hay otra manera, sino protestando y llevando las cosas a su límite. Y eso está llegando.
—Como van las cosas, ¿cuál cree que será el futuro de Dina Boluarte?
Creo yo que si la justicia funciona y cumple su papel, [su futuro es] la cárcel. Las matanzas que a todo el mundo les consta, los desórdenes, los gastos de hoy que no conocemos, [pero] que se están realizando, y luego los desórdenes que están ocurriendo están generados por la incapacidad que tiene Dina Boluarte para conducir este país.