Alan García clamó inocencia muy pronto. El ex director de contratos de Odebrecht, Antonio Carlos Nostre, no lo limpió de polvo y paja ante el fiscal José Domingo Pérez, lo que en verdad dijo es que no estaba en condiciones de asegurar si él y su ministro Enrique Cornejo recibieron o no dinero por la construcción del Metro de Lima.
Las declaraciones del brasileño echaron por tierra su versión de que estaba libre de imputaciones. Por el contrario, las sospechas sobre su actuación se acrecientan después que Nostre revelara que en total se entregaron 24 millones de dólares en coimas y que él repartió 10 millones al exviceministro de Comunicaciones, Jorge Cuba, y otros funcionarios de menor nivel.
BARATA
Cuando se le preguntó quién podía informar sobre el dinero restante, respondió: “Eso lo tiene que decir (Jorge) Barata”. Sin embargo, el expresidente no se dio por enterado y siguió despotricando contra Jorge Cuba, uno de sus hombres de confianza por más de 30 años y compadre de su actual pareja, Roxanne Chessman.
“Al corrupto Cuba debe imponérsele la pena más alta por exigir sobornos. Dañó la imagen de la obra más importante hecha en favor del pueblo: el Tren Eléctrico”, escribió de lo más alegre en su cuenta de Twitter.
Hace poco se conoció que Cuba declaró que García y el exministro Cornejo fueron los “operadores políticos” que favorecieron a la constructora brasileña y que su declaración fue archivada por el fiscal Sergio Jiménez, quien salvó de ese modo al exmandatario.
Ahora, con la declaración de Nostre se abre una nueva puerta para investigar a quienes se quedaron con los 14 millones restantes. “Como los costos de las coimas se repartieron entre los consorciados, uno puede suponer de que algún alto directivo de Graña y Montero pudiera tener conocimiento de a quién o a quiénes iban dirigidos esos sobornos”, dijo Gustavo Gorriti, director de IDL Reporteros.
“Hay otros 14 millones que son un misterio, seguramente cuando la identidad de quienes recibieron eso se conozca, seguramente García tendrá unos interesantes calificativos que dar al respecto”, dijo Gorriti.
Nostre reveló ante el fiscal Pérez que para el Tramo Uno del Metro pagó 2.2 millones de dólares. Pero su jefe, Jorge Barata, estableció que debían ser 6.9 millones de dólares. “Así, la diferencia entre lo que él pagó y lo que se contabilizó como fundamentalmente coimas fue de 4.7 millones de dólares”, indicó la nota de IDL Reporteros.
“En el Tramo Dos del Metro, Nostre pagó (o hizo pagar) 7.8 millones de dólares. Cuando le preguntó a Barata cuánto debería poner en el rubro de “riesgos adicionales”, este le ordenó poner algo más de 17 millones de dólares en las actas”, agregó la publicación.
COIMAS
De este modo, si Nostre pagó 10 millones de dólares por los dos tramos, el total del dinero asignado por Barata fue de 24 millones de dólares. De acuerdo con su testimonio, hay 14 millones de dólares en probables coimas por explicar.
Otro dato revelador fue que los “riesgos adicionales” se compartían con los socios de Graña y Montero. Y que estos no cuestionaron la decisión. Fue en esta parte del interrogatorio que Nostre “trazó la línea” sobre lo que sabía y no sabía. Él sabía bien sobre los 10 millones que hizo pagar. Sobre los otros 14, no. “Eso lo tiene que decir Barata”, dijo.
¿Es posible que hayan sido pagos destinados a García y/o Cornejo?, se le preguntó. “Eso lo tiene que decir Barata” respondió. Personalmente, dijo, él sabía en qué había participado y en qué no, así que no podía estar seguro de que no haya habido un acuerdo con García o Cornejo.
FINANCIARON CAMPAÑA CONTRA LA REVOCATORIA
El exrepresentante de la constructora Odebrecht en Rutas de Lima, Raúl Ribeiro Pereira, confirmó que la firma brasileña aportó 3 millones de dólares a la campaña contra la revocatoria de Susana Villarán. El aporte se pagó a través del Sector de Operaciones Estructuradas, por orden de Jorge Barata. José Miguel Castro, exgerente de la Municipalidad de Lima, fue quien pidió el aporte.