Desde implantación de microchips 5G hasta la alteración del ADN son parte de la desinformación que se ha expandido en redes sociales en base a la vacunación contra el coronavirus.
Hace unos días, el presidente Francisco Sagasti anunció la llegada del primer lote de la vacuna contra la COVID-19 este mes. Vacuna que fue producida por el laboratorio chino Sinopharm y la que ha comprado el gobierno peruano al gobierno del país asiático después de "duras negociaciones", como lo afirma el mandatario.
Sin embargo, la vacunación contra el coronavirus es un tema puesto sobre la mesa en las redes sociales. Ha existido una campaña de desinformación mundial que solo ha tenido como argumentos conspiraciones y datos falsos, y que se ha visto reflejada en las encuestas: según Ipsos, a finales del 2020, a nivel global, países como los Estados Unidos, China, Australia, España y Brasil declinaron en sus intenciones de vacunarse. Y en Perú, en diciembre de 2020, el 40% de peruanos se resistía a la vacuna.
Entre las teorías que han tenido mayor influencia en la ciudadanía está la creencia de que Bill Gates, empresario estadounidense y creador de Microsoft, financiaba la producción de una vacuna con el fin de "rastrear" individuos mediante la implantación de un microchip, creencia que fue reforzada por la publicación de una imagen titulada "COVID-19 5G Diagrama del chip" en Facebook y Twitter.
Pero, para la decepción de los antivacuna, se trató solo de una broma que mostraba el gráfico de un pedal de guitarra.
Otra de las supuestas teorías que se difunden en las redes es la probabilidad de que la vacuna contra el coronavirus altere el ADN. Esta teoría supuestamente se sustentó en que la vacuna contenía restos de material genético (ARN) de COVID-19 y que, al introducirse en el cuerpo humano, podría cambiar o alterar el ADN. Pero, la teoría fue desmentida por el científico de la Universidad de Oxford, Jeffrey Almond, quien afirmó: "El inyectar ARN a una persona no cambia nada del ADN de una célula humana".
El impacto de toda esta desinformación no es imperceptible, no solo en el mundo, sino también en Perú. El 11% de peruanos, realmente se negaba a la vacunación contra el coronavirus porque creía que se les implantaría microchips de rastreo, según la encuestadora Ipsos en agosto del año pasado.
La llegada de la vacuna china al Perú significa un gran paso en la lucha contra la pandemia del coronavirus; sin embargo, surge otro virus al que se debe enfrentar la sociedad: la desinformación.