Fue el 22 de octubre de 1988: Cachi cayó, Cachi murió, Cachi mató a tres personas. Salió en la portada de un diario y si salió en la portada de un diario es porque es cierto (¿o acaso no era tan así?). Veamos, en principio, la portada del diario.
En el título de Clarín tenemos todos los elementos: foto del edificio, flecha que integra la trayectoria del caniche, bajada que agrega información. Lo curioso es que la bajada agrega ¡dos muertos! ¿Qué pasó entonces aquel fatídico 22 de octubre de 1988? Un perro cayó sobre la cabeza de una señora. La caída ocurrió en un edificio de las avenidas Rivadavia y Morelos en Buenos Aires.
El perro, según Clarín, se llamaba “Cachy”; pero según la revista Casos policiales, se llamaba “Colita”. De hecho, Casos policiales tituló el hecho “La última travesura de Colita”. Hay ciertas tragedias que encienden el humor negro entre los periodistas.
La infortunada señora se llamaba María Fortunata Espina y tenía 75 años. ¿A qué velocidad habría caído Cachy (o Colita)? ¿Cuán grande habría sido el revuelo que su muerte produjo en el barrio? Al parecer, mucho. La señora Edith Solá cruzó la avenida Rivadavia apurada por saber lo ocurrido, acaso algo desprevenida, pura adrenalina. El chofer del interno 55 de la línea 15, Manuel Alberto Lépore, no pudo eludirlo. Y así fue cómo se convirtió en la segunda muerta de esta historia.
¿Y el tercer muerto? ¿Existió el tercer muerto? La leyenda dice que sí, pero no se conoce el nombre ya que ningún medio lo publica; lo que nos permite inferir que su existencia puede haber sido una licencia poética, considerando que ya dudábamos que el accidente de la señora Edith haya sucedido exactamente en el mismo momento.
Y volviendo a la duda Cachy-Colita, Casos Policiales dijo que el perro era un Fox Terrier y no un caniche. Las dudas subsistirán hasta que alguien se decida, al fin, a investigar lo ocurrido.