La desinformación y viralización de fake news en este estado de emergencia es una de las causantes de que muchas personas hoy se sientan agobiadas con la situación que atraviesa el mundo. Cada día se generan miles de noticias falsas y se comparten sin discreción.
Como si no tuviéramos suficiente, esta vez en Sauce, localidad de la región San Martín han entrevistado a una niña de 10 años que advierte que este martes todo el mundo morirá. Esto ocurrió en los estudios de Radio Sauce 99.7 FM, una de las más sintonizadas en ese lugar.
La menor, identificada con las iniciales LMVT, dice que fue al cielo con la misión de averiguar si era cierto lo que había escuchado en una radio (no se sabe cuál) acerca de que este martes nadie debe salir de sus casas porque se viene algo horrible. Según la niña, Jesús le respondió que era verdad y que él mismo había enviado a un ángel para que le advierta esto a un doctor. Se supone que fue ese doctor quien difundió la noticia en un programa de radio que la pequeña escuchó.
Según LMVT, Jesús le dio la autorización para que lo cuente a sus padres y amigos; y también le dijo que si las personas no hacían caso, morirán a causa de una niebla que caerá sobre el mundo y que "será una enfermedad más fuerte que el coronavirus".
Mientras la niña habla de su profecía, llama mucho la atención la actitud del locutor. El hombre, del que no se conocen sus datos, guía durante toda la charla a LMVT; como si fuera un ayuda memoria. Pareciera que la niña repite todo lo que le sugiere el sujeto.
Durante toda la charla, el locutor dice algo y la niña confirma. "¿Cómo son los ángeles? ¿Dorados"?, pregunta él. "Sí, son dorados", responda ella. "¿Y esa enfermedad te dijo también que iba a matar gente, que iba a venir como un humo?", pregunta él. "Sí, es un humo (...)", responde ella. "¿Tú le haz visto la cara del señor Jesucristo?", pregunta él. "Sí, la he visto", responde ella. "Llegas a la puerta y hay un portón ahí. ¿Cerrado, abierto?", pregunta él. "Cerrado", responde ella. Así se desarrolla gran parte de esa entrevista que por cuestiones éticas no reproduciremos en este medio.
En el supuesto de que la narración haya sido formulada por la madre y que el locutor solo pregunte lo que ya escuchó antes, ¿dónde queda la responsabilidad como profesional de la comunicación para emitir un contenido semejante en medio de un contexto actual de crisis que ya de por sí es preocupante?
La consigna es quedarse en casa pero recurrir a psicosociales para alarmar a la ciudadanía es, por lo menos, repudiable.
La entrevista a esta niña que habló con Dios, las reporteras policías, los jugos contra el coronavirus y la pregunta de si se puede sustituir el limón con caramelos de limón, deben hacernos replantear si algunos medios de comunicación realmente se merecen seguir utilizando bienes, como el espacio radioeléctrico, que nos pertenecen a todos.
Solo queda esperar a que pase la pandemia o que el martes fallezcamos por esa niebla. Lo que suceda primero.