Recién pudo dar a luz a su pequeña, luego de la visita a tres hospitales. Elena Torres, mi madre, que ya cumplía sus 40 semanas de embarazo, se negaba a ser atendida por problemas de documentación.
Viajábamos en combi camino al dermatólogo, debido al repentino enrojecimiento de una parte de mi rostro, y en una avenida del barrio comeño de Collique casi dejamos este mundo.
Como seres humanos, nos cuesta entender que la vida es un reloj en cuenta regresiva. Hay que valorar cada minuto al lado de nuestros seres queridos porque llega el momento en que ya no están.