El talentoso director peruano Alex Fischman presenta su última obra, "Ovejas y lobos", un cortometraje que cautiva con su potente narrativa ambientada en el convulso Perú de los años 80. En la sección internacional del prestigioso Festival de Clermont-Ferrand, Fischman nos sumerge en la vida de una mujer que se enfrenta a la desgarradora pérdida de su hijo en medio del cruento conflicto armado entre Sendero Luminoso y las fuerzas del orden.
—¡Su hijo ha desaparecido sin dejar rastro, cinéfilos!
— Cine peruano (@historia_cine) February 10, 2024
—Su madre (@sylviamajo) hará lo imposible para encontrarlo, incluso enfrentarse al conflicto armado que se ha apoderado de los andes.
—Pronto veremos "Ovejas y lobos", un corto del #CinePeruano, de Alex Fischman. ¡Compártelo! pic.twitter.com/ffyOynAjSM
Más que una obra de ficción, el cortometraje refleja la cruda realidad peruana de la época, utilizando fragmentos de testimonios reales para dar vida a una historia conmovedora y veraz.
Los años 80 en el Perú fueron escenario de un sangriento conflicto armado interno que dejó profundas cicatrices en la sociedad. La insurgencia de Sendero Luminoso y la respuesta militar del gobierno desencadenaron una espiral de violencia despiadada que azotó a comunidades, especialmente en zonas rurales y montañosas. En este contexto de terror y peligro constante, la búsqueda de un ser querido desaparecido se convertía en un acto de valentía y esperanza desesperada.
El film nos presenta a una madre devastada por la desaparición de su hijo en medio del caos y la incertidumbre de la guerra. Decidida a encontrar respuestas y justicia, emprende un viaje a través de los paisajes inhóspitos de la sierra peruana, enfrentándose no solo a los peligros del conflicto armado, sino también a sus propios miedos y angustias.
Fischman, con su experiencia como director de comerciales en Estados Unidos, aporta una sensibilidad única a "Ovejas y lobos". Combina una narrativa visualmente impactante con una profunda exploración de temas universales como la pérdida, la esperanza y la resiliencia. La decisión de incorporar testimonios reales en el guión agrega un nivel de autenticidad y empatía que eleva la experiencia cinematográfica, convirtiéndola en una obra que no solo entretiene, sino que invita a la reflexión y al debate sobre las terribles consecuencias de la violencia y la importancia de la memoria histórica.