Pablo Larraín es uno de los directores más reconocidos a nivel mundial y una figura destacada de Chile en el ámbito internacional. Conmemorando los 50 años del golpe de estado en Chile, el Festival de Cine de América Latina de Biarritz (Francia) ha decidido rendir homenaje a Pablo Larraín proyectando varias de sus películas relacionadas con este tema, tales como "Santiago 73", "Post Mortem" y "El conde" (galardonada con el premio al mejor guión en la Bienal de Cine de Venecia en 2023).
En su más reciente película, "El conde", Larraín retrata a Pinochet aún presente en la actualidad, pero también representa el cine audaz que lo caracteriza y que cada vez se encuentra más presente en otros países de habla hispana. Personajes históricos de Colombia, México, Argentina, entre otros, que pertenecen a una élite que se considera intocable e inmune, como el protagonista de la película "El conde", simbolizan la idea de consumir los corazones (o las esperanzas en la vida real) de sus ciudadanos. Hay notables similitudes con la historia de países tanto de América como de Europa.
El homenaje tuvo lugar en la antigua estación de tren de la ciudad, conocida como Gare du Midi, con la participación de Jean-Christophe Berjon, director del Festival de Cine de Biarritz. Llamamos "charla" a este evento, ya que Larraín desprecia las entrevistas y declaró al comienzo: "Prefiero que el contenido de una película esté dentro de la película misma, por lo que es paradójico hablar de algo que quizás ustedes no han visto".
La película generó controversia en Chile poco después de su lanzamiento en Netflix, principalmente debido al toque de comedia que algunos interpretaron como una suavización del dictador. El director comentó al respecto: "Creo que la comedia es un instrumento que permite explorar ideas más ambiciosas y una narración más poética, así como reflexiones históricas y humanas. El cine puede ser una máquina del tiempo y usar la comedia para transmitir mensajes más profundos".
Larraín es conocido por retratar a figuras relevantes del mundo, como Jackie Kennedy, Lady Di (en "Spencer") y Pablo Neruda, permitiendo que sus recuerdos perduren a través del cine. En sus palabras: "Creo que si dejamos un testimonio, aunque sea abstracto y breve, tiene algún propósito haber realizado este ejercicio".
El homenaje contó con la presencia de los hijos del director, la madre de sus hijos, Antonia Zegers, y uno de sus actores preferidos, Alfredo Castro. La familia y el grupo son de gran importancia para el director chileno, quien afirmó que "el cine crea una comunidad de artistas y actores con los que podemos desarrollar una comprensión de nuestro país y su destino. Ya sea a través de la comedia o no, es irrelevante; es simplemente un medio elegido para expresar algo, para protegernos y disfrutar de ello". Continuó diciendo que "somos un poco como una compañía de circo que busca crear conciencia a través de nuestro trabajo, sin necesidad de enseñar algo específico, sino generando una conciencia y dejando un testimonio".
Alfredo Castro señaló durante el evento que "el tema central en las películas en las que hemos trabajado juntos es la impunidad". Antonia Zegers reforzó esta idea al afirmar que Pablo Larraín "no tiene miedo, y eso es muy importante. Creo que el arte nunca pide permiso cuando es poderoso; en cambio, ha sido históricamente responsable de expandir los límites de la conversación, a veces de manera escandalosa. Pablo ha desafiado muchos límites en la historia del cine".