La película "When The Light Breaks" de Rúnar Rúnarsson, participante en la sección "Una cierta mirada" del Festival de Cannes 2024, se abre con una nostálgica evocación del celuloide, filmada en un elegante 35 mm. Captura la puesta de sol de una pareja enamorada, envolviéndonos en un misterio que invita a la reflexión. Los primeros planos, íntimos pero no asfixiantes, anticipan la explosión que transformará el curso de la narrativa, un recurso estilístico que recuerda a la meticulosidad visual de Ingmar Bergman.
El cine escandinavo tiene una larga tradición de usar lo extraordinario como punto de partida para explorar las profundidades del alma humana. Esto lo vimos en "Troll" de Joachim Rønning y Espen Sandberg, "The Innocents" de Eskil Vogt, "Triangle of Sadness" de Ruben Östlund y "Riders of Justice" de Anders Thomas Jensen. Rúnarsson sigue esta línea, centrando su narrativa en el sufrimiento, que evoluciona en una calma reflexiva y en la búsqueda de un amor más profundo.
La explosión inicial del film se traduce en una detonación sensorial que alerta al espectador, sin prepararlo para lo que está a punto de ocurrir. La relación entre los amigos devastados parece estancada, mientras el padre de la protagonista, interpretado magistralmente por Elín Hall, aporta un toque de humor negro, un sello distintivo del cine escandinavo que recuerda a las obras de Aki Kaurismäki. Las palabras son sustituidas en gran parte por miradas, una técnica común pero revitalizada aquí para reflexionar sobre el silencio dejado por un ser querido desaparecido.
Elín Hall lleva todo el peso de esas miradas y silencios. Esta joven actriz de 25 años, con 10 años de carrera, ofrece el papel del año con su expresión facial y mirada perdida, transmitiendo una potencia dramática incomparable. Sus diálogos son limitados, sus gesticulaciones casi nulas, pero su actuación visual es poderosa y conmovedora.
La imaginación de Rúnarsson desborda en dos secuencias antológicas. En la primera, la protagonista está sobre el mar, capturada desde fuera de un edificio a través de un cristal, evocando la soledad y la introspección presentes en las películas de Andrei Tarkovsky. En la segunda, las dos caras reflejadas en el cristal sugieren una profunda conexión entre las protagonistas, mostrando una compasión compartida similar a la de "Persona" de Bergman.
El alcohol y la música se convierten en formas de superar el dolor, entrelazados de manera extraordinaria en el tejido narrativo del film. Cada trago y cada nota musical expresan la angustia y la búsqueda de consuelo, agregando capas de complejidad a la experiencia emocional de los personajes, reminiscentes de la exploración emocional en "Breaking the Waves" de Lars von Trier. La película, aunque aparentemente triste, revela una belleza cinematográfica similar a "Mientras esté vivo".
"When The Light Breaks" es una obra maestra del cine intelectual, que utiliza lo extraordinario como un portal para explorar las profundidades del sufrimiento humano. Con actuaciones poderosas, una dirección imaginativa y una narrativa cautivadora, esta película escandinava se destaca como un brillante ejemplo del arte cinematográfico contemporáneo, consolidando a Rúnar Rúnarsson como un digno heredero de la rica tradición del cine nórdico.