El Festival de Cannes 2025 ha sido un escaparate de talento hispanoamericano, aunque con una presencia mexicana más limitada que en años anteriores. Mientras que la sección Un Certain Regard ha destacado con los triunfos de Chile y Colombia, México mantiene su relevancia en la Semana de la Crítica, donde, como es tradición, cuatro cortometrajes del Festival Internacional de Cine de Morelia han sido seleccionados. Entre ellos brilla "Buscando un burro", del cineasta venezolano-mexicano Juan Vicente Manrique, quien nos concedió una entrevista exclusiva para compartir su experiencia en este prestigioso escenario.
México en Cannes: Una presencia discreta
Este año, México ha tenido una participación más reducida en Cannes, sin películas en la competición principal ni en Un Certain Regard, donde otros países hispanoamericanos han dominado con "La misteriosa mirada del flamenco" del chileno Diego Céspedes y "Un poeta" dirigida por el colombiano Simón Mesa Soto, ganando el Premio Un Certain Regard y Premio del Jurado respectivamente. Estos logros destacan la fuerza del cine hispanoamericano en Cannes, llenando el espacio que México no ocupó en esta edición.
Sin embargo, la Semana de la Crítica, conocida por su apuesta por nuevos talentos, sigue siendo un espacio clave para el cine mexicano, especialmente a través de los cortometrajes seleccionados del Festival de Morelia, que cada año aporta cuatro obras a esta sección. Una de ellas es "Buscando un burro", un cortometraje documental dirigido por Juan Vicente Manrique, cineasta venezolano radicado en México desde hace seis años.
Ganador del Ojo a Mejor Cortometraje Documental Mexicano en el 22º Festival de Morelia, el corto narra una historia tan real como surrealista: en 2018, dos bomberos venezolanos fueron encarcelados por grabar un video satírico en el que un burro, representando al presidente Nicolás Maduro, “visitaba” sus deterioradas instalaciones. “Los bomberos estaban muy molestos por el estado de sus instalaciones”, explica Manrique en nuestra entrevista. El video, viral en redes sociales, provocó la ira del gobierno, que usó la Ley contra el Odio para detenerlos durante 48 días, acusándolos de incitar al odio y vilipendio.

Sin embargo, el enfoque del corto es inesperado: “Es del burro que aparece en el video, como una excusa para hablar del caso sin hablar del caso”, cuenta Manrique. A través de la búsqueda del dueño del animal, el documental mezcla ficción y realidad para abordar la censura en Venezuela con un tono satírico. “Es 100% documental, pero parece ficción por lo absurda que es la realidad”, añade. Financiado con solo 8,000 euros y una cámara Canon del festival Visa pour l'image, el corto es un ejemplo de creatividad bajo limitaciones. “Yo no me pagué, y otros cargos se pagaron poco, pero me permitió hacerlo”, confiesa.
Manrique, formado en Comunicación Social en la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, ya ha triunfado con este corto en Clermont-Ferrand y South by Southwest, donde ganó el Premio del Jurado. Sobre el poder del humor, reflexiona: “Abre una conexión con distintos puntos de vista”. Aunque admite un “ligero miedo” al abordar temas sensibles de Venezuela, cree que “el cine te protege un poco para poder hablar”.
El cineasta ya trabaja en su próximo proyecto, "Bala perdida", un largometraje híbrido sobre el rapero venezolano Zapata 666, cuya vida está marcada por la violencia y la migración. Coproducido con Francia y Colombia, el proyecto lleva gestándose desde 2020. Sobre su selección en Cannes, Manrique comparte su sorpresa: “Fue un mail directo de la Semana de la Crítica. No lo esperaba para nada”. Para él, estar en Cannes es “sabroso” y “súper emocionante”.