Corinthians logró una victoria importante frente a Barcelona por 2-0 en el estadio Arena Corinthians, en el marco de la Copa Libertadores 2025. Con goles de Félix Torres a los 39 minutos del primer tiempo y André Carrillo a los 38 del segundo, el equipo dirigido por Ramón Díaz consiguió tres puntos clave en su lucha por avanzar en el torneo.
A pesar de que Barcelona dominó la posesión del balón con un 67%, frente al 33% de Corinthians, no logró traducir ese control en acciones de peligro. El equipo ecuatoriano solo realizó un disparo al arco en todo el partido, mientras que los locales generaron 11 remates, lo que reflejó una mayor efectividad en el ataque.
El encuentro estuvo marcado por la intensidad en el medio campo y un gran despliegue físico de ambos equipos. Corinthians completó 415 pases correctos frente a los 127 de Barcelona, lo que permitió a los brasileños manejar mejor los tiempos del partido. En cuanto a la precisión, los locales tuvieron 75 pases incorrectos, mientras que los ecuatorianos fallaron en 72.
El árbitro Esteban Ostojich tuvo una jornada activa, sancionando con cuatro tarjetas amarillas para Barcelona y dos para Corinthians. Además, el equipo visitante sufrió la expulsión de un jugador, lo que condicionó su desempeño hacia el final del encuentro. En cuanto a las faltas, Corinthians cometió 10 infracciones, mientras que Barcelona acumuló 6.
Ramón Díaz alineó un esquema 4-4-2 para Corinthians, con Hugo Souza en la portería; Matheuzinho, Félix Torres, Gustavo Henrique y Matheus Bidu en la defensa; André Carrillo, Raniele, José Martínez y Rodrigo Garro en el mediocampo; y Yuri Alberto y Memphis Depay en la delantera.
Por su parte, Segundo Castillo optó por una táctica 4-5-1 en Barcelona, con José Contreras en el arco; Bryan Carabalí, Xavier Arreaga, Gustavo Vallecilla y Aníbal Chalá en la defensa; Leonai Souza, Dixon Arroyo, Brian Oyola, Joaquín Valiente y Janner Corozo en el mediocampo; dejando a Octavio Rivero como único delantero.
Este resultado le permitió a Corinthians recuperarse tras el partido de ida, donde había sufrido una derrota abultada. Con este triunfo, el equipo brasileño mantiene vivas sus esperanzas de clasificar a la siguiente fase, mientras que Barcelona deberá reevaluar su desempeño para los próximos compromisos del torneo.
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