Según el informe emitido este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, el INDEC, el índice de pobreza en Argentina subió en el primer semestre de 2018 a 27,3 por ciento de la población. Esto equivale a 1,6 puntos porcentuales más que a fines de 2017.
Además, un 4,9 por ciento de la población vive en la indigencia. Según los especialistas, la crisis económica y la inflación llevaron a que creciera el número de hogares por debajo de la línea de pobreza. Al parecer, la situación empeorará en la segunda mitad del año.
El indicador de pobreza del primer semestre de este año es mayor que el 25,7 por ciento registrado en la segunda mitad de 2017. La población del noreste argentino registra los niveles más altos de pobreza, en particular en la zona urbana de Corrientes, con un 36,8 por ciento de la gente que no puede satisfacer sus necesidades básicas.
MACRI DICE QUE SE LO ESPERABAN
El crecimiento de la pobreza en la primera mitad del año coincide con una aceleración en el índice de la inflación, que incide en forma directa en la valoración de la cesta básica de alimentos y servicios que se utiliza luego para medir la línea de indigencia y pobreza.
“Es un número que esperábamos, que refleja las turbulencias de últimos meses y dificultades que estamos atravesando”, dijo Macri quien reconoció que el aumento de las tasas de pobreza conocidos hoy no es una “noticia fácil” y adelantó que la “tormenta” económica que vive el país hará que se demoren mejoras en el indicador, ya que quedan “meses difíciles por delante”.
Con información de DW