El 25 de marzo, Colombia inició la primera cuarentena nacional de su historia, a raíz de la emergencia sanitaria por la pandemia del Covid-19 que ya ha dejado 702 contagiados, 10 fallecidos y 10 recuperados en el país vecino, ocupando el puesto 53 en el ranking mundial.
Este aislamiento general obligatorio durará, en primera instancia, hasta el 13 de abril; periodo en el que los ciudadanos pueden salir de sus viviendas únicamente para abastecerse de productos de primera necesidad y fármacos. Además, el gobierno de Iván Duque también estableció la libre circulación de profesionales de rubros específicos como salud pública y privada, producción de medicamentos, servicios de emergencia, Fuerzas Militares y de Policía, servicios de vigilancia, operación de servicios públicos y servicios bancarios.
Como parte de las medidas tomadas por el gobierno de Duque, también se decretó la normal actividad de servicios postales y distribución de paquetería en todo el territorio, una decisión que han aprovechado servicios como Rappi que continúan facturando en medio de la crisis, exponiendo a contagios a sus clientes y trabajadores, quienes, en algunos casos, realizan repartos sin las medidas de protección adecuadas y sin el distanciamiento requerido. En otros países de la región, incluido el Perú, esta discusión ha llevado a prohibir estos servicios mientras dure el aislamiento.
Un aislamiento que a su vez deja impresionantes imágenes de plazas desiertas, avenidas sin tráfico, comercios cerrados y personas sin techo que, a pesar de la emergencia, continúan durmiendo a la intemperie.
PERFIL, a través del lente de Sergio Tapias, se encuentra en Medellín y en la siguiente galería fotográfica muestra el estado de emergencia en la ciudad colombiana.