Desde hace tiempo se viene discutiendo y alertando sobre el cambio climático. Quienes advierten sobre el tema son, mayoritariamente, en cuanto a calidad de la información, científicos e investigadores altamente calificados.
Quienes ningunean este hecho, cada día más verificable, suelen ser políticos miopes o corruptos, empresarios obsesionados con sus ganancias y las víctimas que la prensa ha capturado para hacerles creer lo que conviene a los intereses del gran capital. Pocas veces, en los dos últimos siglos, lo evidente ha sido tan ajeno a un número tan elevado de personas. La responsabilidad de este hecho reposa sobre la voluntad de algunos sectores de mantener sus privilegios económicos y la banalidad que parece haberse hecho un hábito en las entrañas del orden establecido.
Aleksandar Rankovic, investigador de Instituto de Desarrollo Durable de Francia, ha estudiado la interacción entre ciencias y políticas medioambientales y muy particularmente sobre la biodiversidad climática.
Este científico advierte sobre la imperiosa necesidad de lograr una amplia movilización popular en este campo, destinada a poner en marcha un decidido apoyo estatal a las políticas cuyo objetivo es, no solo, cuidar el planeta, sino también difundir, con veracidad y objetividad, la gravedad de los peligros que afrontamos.
En suma se trata de llevar al gran público la información real de los cambios que el Medio Ambiente está experimentando. Se trata de expresar un stop definitivo, desde las alturas del poder político, a todo aquello que atente contra la vida en la Tierra.
A nivel mundial, varios países en desarrollo han acusado a Estados Unidos y a sus aliados de sabotear las negociaciones de Bangkok destinadas a prevenir el calentamiento global. Allí los expertos tratarán de poner en marcha los acuerdos de París sobre el clima. El pacto es de contener el calentamiento global en 2°C con respecto a la era preindustrial. El acuerdo prevé la inversión de 100 mil millones de dólares, de aquí al 2020, para cooperar con los países con menos recursos.
Se ha subrayado que "Los países desarrollados son responsables de la mayoría de las emisiones causantes del calentamiento y que muchos de ellos se han enriquecido quemando combustibles fósiles. Se considera también que los países en desarrollo han sido quienes más han sufrido los efectos devastadores de esas emisiones". Un estudio de The Lancet ha calculado que la gran mayoría de víctimas del calentamiento global, desde la década de los 70, son habitantes de países pobres y el 88% de los afectados han sido niños menores de cinco años.