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Guillermo Giacosa

Rosario, Argentina (1942). Ha trabajado más de 30 años en distintos medios de comunicación de Argentina y Perú. Ha sido asesor del director general de la Organización de las Naciones Unidas (UNESCO) en temas de juventud y ha asistido a proyectos en África, Europa y América Latina. Ha publicado los libros Jugar a vivir (2005) y Sábados en familia (2008). Recibió el Premio Peter Berenson de Amnistía Internacional por su defensa a los Derechos Humanos.
56 Artículos

¿Es la pobreza una elección personal?

Murray es, junto a Marvin Olasky, uno de los autores de cabecera de Bush. Olasky, según Laurent, considera que "la pobreza se debe más a la ausencia de valores morales que a desigualdades sociales del sistema vigente. Este autor creó en Austin (Texas) una iglesia que sostiene que las mujeres no tienen lugar ni papel que desempeñar como líderes". Fue él quien dijo que los periodistas que criticaban a G. W. Bush tenían "agujeros en sus almas".

Aprender a vivir, aprender a partir

Somos pasajeros distraídos de un breve y, a veces, intenso viaje, que nunca nos da tiempo suficiente para ordenar las experiencias.

Xenofobia versus empatía

Dice la ciencia moderna: "La capacidad de tener en cuenta los sentimientos de los demás con actitud compasiva tiene su origen en la sensación del niño de haber sido amado y cuidado por ser como es".

La iglesia evangélica ayuda a Jair Bolsonaro

Oír al candidato derechista despotricar contra la reproducción de los negros y a favor de la restauración de la tortura, es tan desatinado como ver a algunos pastores, aquí en Perú, gritar que Dios quiere mil dólares.

La lógica de los intereses ocultos

El único preparado para resistir el abrumador peso del poder, es aquel que lo considera solo como una modesta herramienta destinada a servir a aquellos que gobierna o a aquellos sobre los cuales su juicio y su conducta pesan.

Entre ese escosés y yo hay algo

Le habrá pasado, como a todos, que uno busca algo y, a veces, encuentra otro objeto cuya desaparición ya había olvidado. Pero también ocurre con las ideas y hasta con las búsquedas científicas o esotéricas como la que relato a continuación. Los alquimistas taoístas que buscaban, nada menos que el elixir de la vida, descubrieron, en sus reflexiones y estudios … la pólvora. Y tal como está el mundo hoy podríamos decir que si la pólvora no es el elixir de la vida, le pasa raspando. Supongo, dada la filosofía de vida de los taoístas, fundada en creer en la solidaridad entre la naturaleza y los seres humanos, que éste era el último descubrimiento que ellos podían desear. Imposible para nosotros imaginar su sorpresa, como habrá sido imposible para ellos imaginar el usa que tendría en el futuro su descubrimiento. Lo mismo ocurrió, en siglos posteriores, a no pocos sabios que al buscar la cura para una enfermedad, terminan creando un remedio ideal para otro tipo de dolencia. Juega, en todo esto, sin duda, la casualidad y una ignorancia que nos cuesta reconocer. Fue, en parte, esta casualidad la que permitió a un escoses, el doctor Alexander Fleming, descubrir la…

A la búsqueda de nuevos caminos

Los medios influyen en la opinión de los ciudadanos.

Bolsonaro y las iglesias evangélicas

Ellas operan en el campo de lo mágico y de lo absurdo y podrían (mi condicional es generoso) haber jugado un rol decisivo en el lavado de cerebro que se manifestó en la primera vuelta.

El hambre y los mitos

Gracián decía "El repartir las cosas es saberlas gozar". Si repartiéramos con un mínimo sentido de la justicia y con una pizca de piedad y amor conectando nuestro cerebro con nuestro corazón, el mundo sería otro. Debiéramos anular, primero, la insana lógica de la acumulación que tuvo sentido mientras vagábamos por las llanura o las selvas buscando alimento, pero que hoy con superproducción, en todos los campos que apuntan al bolsillo para satisfacer nuestro estómago, ya no es necesario. Solo el egoísmo, que está emparentado con un hecho real de nuestra historia como especie, pone barreras a una existencia más justa para todos. Lichtenberg, un irónico pensador alemán, a quien admiraban, nada menos, que Shopenhauer y Nietzsche, contaba que en Cochinchina cuando alguien decía "doji", la gente se apresuraba a llevarle comida. En muchas regiones de Alemania, sin embargo, un necesitado puede gritar "tengo hambre, muero de hambre" y eso le resultaría tan inútil como si dijera "doji". La humanidad actual es testigo de que en varios puntos de la superficie terrestre la gente puede clamar por su hambre, sin que nadie le preste atención, aunque los medios de comunicación hayan empequeñecido el planeta y esa voz doliente llegue a…