El Vaticano selló este lunes 21 de abril la habitación del papa Francisco en la Casa Santa Marta, residencia donde vivió durante los doce años de su pontificado y donde falleció en la madrugada, como parte del protocolo tradicional que confirma oficialmente la muerte del Sumo Pontífice.
El acto de sigilo, que también incluyó el apartamento papal en el Palacio Apostólico, fue presidido por el cardenal Kevin Joseph Farrell, camarlengo de la Santa Iglesia Romana, máxima autoridad interina durante el periodo de sede vacante.
La ceremonia de constatación de la muerte y el sellado de las residencias papales se realizó a las 20:00 horas (Roma) en la capilla de la Casa Santa Marta, con la presencia del secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, y el arzobispo Edgar Peña Parra, sustituto para Asuntos Generales de la Secretaría de Estado.
En el rito, se leyó la certificación de defunción y se procedió a depositar el cuerpo de Francisco en un féretro, en cumplimiento de las disposiciones del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, cuya última edición fue aprobada por el propio pontífice en abril de 2024.
El procedimiento de sellado, que empleó cintas y lacres rojos sobre las puertas de ambos apartamentos, tiene como finalidad preservar la integridad de los documentos personales del papa fallecido y evitar posibles manipulaciones o robos durante el periodo de transición. Esta tradición vaticana busca garantizar una transición ordenada del poder y proteger la privacidad y el legado del pontífice hasta la elección de su sucesor.
El cuerpo del papa Francisco fue velado en la capilla de la Casa Santa Marta, donde familiares y colaboradores cercanos pudieron despedirse en privado. El vocero vaticano, Matteo Bruni, informó que el traslado del féretro a la Basílica de San Pedro para la veneración pública de los fieles está previsto para el miércoles 23 de abril, tras la primera congregación general de cardenales que se celebrará el martes por la mañana. En esa reunión se definirá la fecha del funeral, que según el derecho canónico debe realizarse entre el cuarto y sexto día después de la muerte del pontífice.
El sellado de la habitación de Francisco marca el inicio formal de la sede vacante, periodo en el que el camarlengo asume la administración temporal del Vaticano y el Colegio Cardenalicio prepara la elección del nuevo papa en cónclave. Durante este tiempo, se destruyen también el Anillo del Pescador y los sellos papales, para impedir que se firmen documentos en nombre del pontífice fallecido.
De qué murió el papa Francisco
La causa de la muerte de Francisco fue un ACV, también conocido como ictus cerebral, que derivó en un fallo cardiocirculatorio irreversible, según el certificado de defunción emitido por los médicos del Vaticano. El papa dejó dispuesto en su testamento ser enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, en una tumba sencilla, sin decoración particular y con la única inscripción “Franciscus”.
El proceso sucesorio continuará en los próximos días con el velatorio público, el funeral y la convocatoria al cónclave, donde los cardenales menores de 80 años elegirán al próximo líder de la Iglesia católica.