Este artículo es de hace 3 años

Ante avance del programa de la izquierda, la derecha apuesta todo por el deudor López Aliaga

El poder fáctico encuentra a su candidato celeste y baja el dedo a los naranjas. Bayly ayuda a enterrar a Keiko. Forzay y el Morado eran los primeros elegidos, pero fallaron. Mienten a gran escala.

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Keiko Fujimori representó, en la campaña del 2016, a la derecha más recalcitrante del país. En la segunda vuelta, perdió ante PPK, un derechista camaleónico y mercantilista. (Hildebrandt lo llama jefe de la tribu de los privados). Verónika quedó, digamos, en el tercer lugar. En estos cinco años, Keiko y PPK terminaron chamuscados. Verónika está en el segundo lugar en las encuestas.

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Aquella derecha recalcitrante, con mucho dinero y poder en todos los niveles, empezó a buscar a un candidato para reemplazar a Keiko. Probó con el Morado, pero este es un poco chúcaro, errático y correlón, y falló. Probó con Forzay, pero este resultó bastante bruto y muy débil para sus intereses. Entonces, apareció Rafael López Aliaga, tan caradura como Keiko, tan demagogo como Alan García, encima deudor. Las empresas de López de Aliaga, según el diario “La República”, deben 28 millones de soles a la Sunat.

López Aliaga es el candidato de la derecha recalcitrante, esa derecha que Juan Carlos Tafur llamó Derecha Bruta y Achorada (DBA). López Aliaga va juntando a todo el apoyo que tuvo Keiko y, como Keiko ya estorba y quita votos en este proceso, apareció el exkeikista Jaime Bayly para enterrarla de manera definitiva. Y hay algunos despistados que le hacen barra.

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López Aliaga, según la última encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), subió en un mes de 2.4% a 7.6%. En octubre estaba en “otros”; en diciembre, también estaba en “otros”; en enero, también en “otros”, pero ya con 2.4%. Su ascenso llama la atención. Cinco puntos en un mes significan que tiene todo el apoyo. Por ahora, sus votantes se ubican, principalmente, en los niveles socioeconómicos A/B, entre los hombres mayores de 40 años y en Lima Metropolitana.  Quieren más votos en todos los sectores y por esto miente a gran escala. Ejemplo: dice que combatirá los monopolios. ¿El suyo también?

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La derecha más recalcitrante del país quiere que la segunda vuelta la disputen Lescano y López de Aliaga. Quiere convertir a Lescano en el PPK del 2016. Quiere que votemos por el mal menor. Quiere que otra vez la izquierda llame a marcar, en este caso, por la lampa.

La derecha más recalcitrante del país apoya con todo a López Aliaga porque sabe que el programa de la izquierda y de centro izquierda van ganando. La evidencia es que Lescano y Verónika van en los primeros lugares, y en tercer lugar Forzay va en caída libre. Pronto López Aliaga estará cerca de ellos.

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Lo cierto es que la gente quiere cambios profundos. Verónika plantea esos cambios con mayor solvencia y después de unos días Lescano repite lo mismo con altavoz. Hay quienes dicen que Lescano será muy fácil de doblegar por los poderes fácticos, que le pasará lo mismo que a Humala. Sin embargo, Lescano le ha dicha a la periodista Rebeca Diz, de “Hildebrandt en sus Trece”: “Conozco la dinámica política del poder. Y yo no incurría en los retrocesos de Humala que dijo A y para ganar los votos del otro sector hizo una hoja de ruta que no sirvió para nada. Con una mano hizo su plan de gobierno y con la otra lo deshizo”.

Hasta ahora la más consistente es Verónika. Pocas horas después de que el diario “La República” publicara un texto vergonzoso tratando de presionarla para que se pase al centro oportunista, Verónika, en Tacna, presentó un proyecto de ley para cambiar la Constitución fujimorista y emplazó a suscribirla a los candidatos que se mostraron a favor de cambiar o modificar la Carta Magna. Esta actitud rebelde de Verónika quiere decir que ella sí va en serio. Este país necesita cambiar de verdad. Verónika renunció al partido de Humala, porque este se convirtió en peón de la Confiep. Ahora, ante la desinformación un sector maloliente dijo: “Son tan miserables que no les importa mentir y desinformar sobre la vacuna -la única esperanza que tenemos para acabar con la pandemia- para hacer sus negociazos, para generar caos y poner a su gente en el poder por encima de la voluntad del pueblo.  No se saldrán con la suya. Se les están cayendo las caretas, y ya sabemos lo que buscan. Es tiempo de defender la democracia, la ciencia y la salud”.

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El observador Eduardo Bueno, politólogo y sociólogo egresado de la Universidad Complutense de Madrid, sostuvo que “la izquierda sí tiene posibilidades de ganar en el país porque hay un agotamiento del modelo político-económico que se instauró en el Perú a partir de la Constitución de 1993, modelo que ha colapsado con la pandemia, evidenciándose en crisis sucesivas de gobernabilidad y la caída de la economía”.

Indicó que esta crisis desacreditó a los miembros de la clase política que gestionaron el modelo, es decir, los partidos, dirigentes y liderazgos más visibles, salvo los que han cuestionado el modelo: la izquierda.

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“La ventaja de Verónika Mendoza es que tiene una trayectoria impecable, de auténtica honestidad y ética política. Desde el 2012 es firme opositora a este modelo político-económico y eso le genera una gran legitimidad”, explicó Bueno.

DERECHA

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El analista Alfonso Bermejo, al comentar sobre la disputa de la derecha y la izquierda en el país, dijo que “la distinción entre derecha e izquierda, quizá por deformación de carrera, es económica”.

“La derecha tiene como base el liberalismo económico, que tiene como principio, la no intervención del Estado y toman la idea de ‘la mano invisible’ de Adam Smith. Sin embargo, inclusive antes de formalizarse en el consenso de Washington, el neoliberalismo aparece y dicta ciertos dogmas que deben cumplir el Estado, entre ellos la liberalización del comercio, la desregulación laboral y la privatización de los servicios bajo el principio de subsidiariedad que, en el Perú, está planteado en la Constitución de 1993”, sostuvo.

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Explicó que en los últimos años ha tomado relevancia el tema de sostenibilidad ambiental: la derecha aboga por la explotación sin restricciones de los recursos naturales y en la izquierda hay un debate sobre este tema y “creo que aún los desarrollistas abogan por una explotación responsable de los recursos, entendiendo que, para nuestros países, la entrada de divisas es fundamental, de ahí que siempre se plantea un cambio en la matriz de producción”.

Manifestó que en el Perú la derecha está muy ligado al conservadurismo, que tiene su fundamento en la religión y lo que la moral (en nuestro caso cristiana) dicta y por esto existe, con matices, la oposición al enfoque de género, el matrimonio igualitario, etc.

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¿QUÉ REPRESENTA LÓPEZ ALIAGA?

Para Bermejo, desde lo económico, López Aliaga tiene un discurso liberal, es decir, de derecha, pero tiene discursos antimonopólicos (aunque sus empresas sean monopólicas) e incluso de enfrentamiento a la Confiep.

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“Su discurso es muy Trump, de protección al trabajador nacional, lo que podría calar en las clases trabajadoras. Realmente no creo que sea más o menos peligroso que el fujimorismo, por ejemplo. Sobre todo, en un país donde todo está privatizado y donde el modelo es defendido por la Constitución”, dijo.

Bermejo indicó además que lo que le preocupa de López Aliga es, sobre todo, en su idea profundamente conservadora de la sociedad. “Inclusive algunos de sus seguidores hablan de una constitución confesional, que podemos suponer sería como la sharia donde las normas religiosas (y en ello el Opus es muy fundamentalista) son las que deben marcar el comportamiento individual y social. López Aliaga, en ese sentido, ha hablado de eliminar la ‘doctrina de género’. Su candidata a vicepresidencia es una muestra de lo que buscan”, señaló. “Cuando yo estudiaba en el Opus, en la Universidad de Piura, desde el profesorado, te etiquetaban siempre que no estuvieras de acuerdo con su liberalismo económico o con sus reglas sociales. A mí, algún profesor, me dijo comunista o terrorista. Había reglas, sobre todo, para las mujeres como que no podían ir con faldas que estén por encima de las rodillas o usar camiseta de tiritas (aún en Piura, verano, con 40 grados)”, manifestó.

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Paco Moreno Director periodístico de EL PERFIL
Ayacucho, 1977. Estudió Comunicación Social en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde tuvo como maestros a César Lévano, Juan Gargurevich, Manuel Jesús Orbegozo, Óscar Pacheco, Julio Estremadoyro, Ricardo Falla, Sonia Luz Carrillo, Carlos Eduardo Zavaleta, Zenón Depaz, Aurora Bravo y otros grandes docentes. Ha publicado dos libros de periodismo literario, Gente como uno (2011) y Rebelde sin pausa (2016); uno de cuentos, El otro amor de mamá (2012); y una novela, El jinete en la hora cero (2021).
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