Carrillo es uno de los futbolistas peruanos más importante de estos tiempos y no podrá jugar el lunes a las 6 de la tarde en la semifinal contra Brasil o Chile porque tiene que superar el castigo de la tarjeta roja; pero merece disputar la final de la Copa América y para esto tenemos que ganar en el estadio Nilton Santos de Río de Janeiro.
Carrillo lo merece. Carrillo, solo para resumir su actuación con Paraguay, es el que, después del uno a cero momentáneo a favor de Paraguay, venció a un marcador contrario por la derecha para sacar un pase gol que Lapadula concretó como el gol del empate en el primer tiempo; Carrillo es quien, poco antes de que acaben los primeros 45 minutos, sacó un taco soberbio que Yotún transformó en otro pase gol que la Lapadula definió finalmente con gran maestría; Carrillo es también quien, en otra jugada magistral, ya en el segundo tiempo, le dio otro pase a Yotún, quien lanzó un cañonazo que chocó contra un jugador paraguayo y entró el tercer gol a favor de Perú.
No merecía la expulsión Carrillo, pero llegó la roja. No merecía la expulsión el correcaminos cabeza de choza, el habilidoso diamante, el chueco del juego, el amigo de Cueva, el chistoso compañero, el entusiasta pese a todo, el hombre de la juerga, el optimista de la broma y de la chacota, el del TikTok de la fe es lo más lindo de la vida, el bailarín sin freno, la cumbia en la cancha, el peloterezo de los buenos.
Hace muchos años, en un programa de televisión, Roberto Chale discutía con sus compañeros de conducción porque estos no le hacían caso cuando él sostenía que Carrillo era el mejor del equipo peruano. Yo tampoco estaba de acuerdo con Chale, pero Carrillo, con sus jugadas, con sus goles, poco a poco, fue cerrándole la boca a todos los que no le hacían caso a Chale y ahora brilla con luz propia con los verdaderos campeones.
La estrella del Al Hilal FC de la liga profesional Saudí de Arabia Saudita, desde que debutó el 5 de diciembre del 2009 con la casaquilla de Alianza Lima, sigue avanzando a pasos agigantados en el fútbol que amamos. En la selección de Gareca es una pieza fundamental que merece, repetimos, jugar la final de la Copa América. Todo depende del equipo. Todo depende de lo que podamos hacer este lunes.