Lo primero que debemos de pensar es que jugamos ante dos selecciones superiores a la nuestra. Holanda y Alemania tiene jugares de mayor riqueza técnica y jugando de local, lo lógico es que nos ganen. En cuanto al funcionamiento táctico, Alemania es una de las mejores selecciones que se han aprendido el trabajo de memoria.
Holanda no tiene las jugadas automatizadas como Alemania, es un equipo que intenta crecer, pero tiene más individualidades que los nuestros. Las dos selecciones tienen elementos que están distribuidos en equipos de mayor jerarquía que los peruanos. Entonces no hagamos un drama por perder.
Ante Alemania, Perú sufrió. Nunca antes tuvo tantos problemas. Principalmente, porque no tenía la pelota. Y Perú hace daño cuando tiene el balón. Sin él, tiene que defender. Muchas veces no lo hace mal. Perú diría que sabe marcar, pero ante Alemania tenía dificultad. Flores retrocedió para apoyar a Truaco, pero eso evitaba que apoye a la ofensiva.
Con Flores pensando más en defensa, Cueva se recostaba por la izquierda para ocupar su espacio. Como consecuencia no le llegaba el balón a Ruidíaz. Perú no tenía armas para hacer daño.
El técnico Low cambió la posición de varios de sus hombres. Rudiger en el partido con Francia jugó como lateral izquierdo. Kimmich dejó su habitual puesto como lateral volante por derecha y fue utilizado como volante central delante de la defensa.
Gundogan ingresó en la segunda etapa ante Francia y jugó detrás del punta reemplazando a Goretzka. Otra posición nueva. Pero lo más llamativo fue la ubicación de Werner como extremo izquierdo cuando es totalmente centrodelatero. Y para rematarla, Reus que es netamente extremo, jugó de punta ante Perú.
Todos estos cambios no mejoró la producción de Alemania que fallaba una y otra vez en la definición.