El fiscal José Domingo Pérez explicó que Keiko Fujimori no corre riesgo para contagiarse del coronavirus. Está, dijo, sola en una celda dentro del penal de Chorrillos. Sola quiere decir que no comparte su celda con otra presa. Está aislada.
Esta celda colinda con otras dos celdas, cada una de estas con una sola presa. Keiko, por estar en un régimen cerrado especial, también según el fiscal Pérez, tiene acceso a un patio al cual pueden acceder las otras dos internas, si así lo consideran.
Con el debido cuidado, Keiko no corre el riesgo de contagiarse del virus y puede cumplir su prisión preventiva sin problemas en espera del juicio por ser presuntamente, según la Fiscalía, cabecilla de una organización criminal.
Sin embargo, la Segunda Sala Penal de Apelaciones Nacional Permanente Especializado en Crimen Organizado sostiene que hay demora en el proceso de juzgarla y que esto la perjudica y ha decidido este jueves que Keiko deje la cárcel en medio de la emergencia sanitaria en la cual los fiscales del caso no han tenido a la mano a documentación básica para sustentar que Keiko debe cumplir los 15 meses de prisión preventiva que se dictó el 28 de enero de este año.
El Poder Judicial se apuró, según Pérez, en realizar la audiencia sin tener en cuenta el aislamiento obligatorio. Se preocupan por los derechos de Keiko, pero no por los derechos de los trabajadores de la Fiscalía.
La referida sala cree que no existe peligro de que Keiko se fugue ni que esta obstaculice el proceso y que, por consiguiente, debe salir de la cárcel para sea investigada en libertad.
La sala dispone que ni siquiera cumplirá arresto domiciliario sino que no debe ausentarse de Lima ni variar su domicilio sin previa autorización y que cada 30 días debe registrar su huella digital en una oficina correspondiente. Además, debe pagar una caución 70 mil soles.
Villarán
Susana Villarán sí debe cumplir arresto domiciliario. Así lo dispuso la Primera Sala Penal de Apelaciones Nacional Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios que ordenó su salida de la cárcel de Chorrillos.
La exalcaldesa tiene más de 70 años de edad y padece lupus eritematoso e hipertensión arterial. Los jueces consideran que, si bien no son enfermedades graves, podrían ser letales si es que se contagia del coronavirus.
Keiko y Susana deben estar agradeciendo la aparición del coronavirus.