Una de las condiciones para un mejor sistema y cuidado de la salud, es que éstos se construyan de abajo arriba; desde el territorio y con participación de la población. A pesar de que la Ley Orgánica de Municipalidades establece competencias en relación a los servicios de salud y a la atención primaria de los gobiernos locales, éstos no han asumido tal responsabilidad o la han distorsionado conformando híbridos como los Hospitales de Solidaridad.
Desde la vigencia de la referida ley no ha habido el interés desde de los niveles e instituciones de gobierno para reconfigurar el acceso a salud. No es novedad que el traslado de funciones en salud a los gobiernos regionales ha presentado serias limitaciones, debido también a que no se establecieron claramente las competencias de los municipios en salud para articularlas con las de los gobiernos sub nacionales.
Dada la segmentación/ discriminación poblacional para el acceso, los sub sistemas públicos de salud no tienen la capacidad ni la posibilidad de atender a toda la población de un determinado territorio o municipio; están atados a limitaciones diversas que les impiden abrirse a la población, y el Municipio local, que podría ser la llave para destrabar esa barrera de acceso, no ejerce sus competencias ni cuenta con el financiamiento para hacerlo.
En ese contexto, la aspiración de conformar Redes Integradas de Atención Primaria, es muy complicada, ya que el principal atributo de una red pública de salud es su obligación de atender a todos al menos en las cuestiones básicas y más frecuentes del cuidado. Hoy esta posibilidad enfrenta limitaciones operativas y de gestión sumadas a normatividad que impide el acceso por condición de ciudadanía.
Asimismo, la Ley del Sistema Nacional Coordinado y Descentralizado de Salud, les otorga a los municipios distritales la responsabilidad de presidir los Consejos Locales de Salud; si en el Perú tenemos más de 1800 distritos estos consejos funcionan en una muy mínima parte de ellos. Instalarlos aún sin financiamiento sería positivo para ir resolviendo problemas que en el territorio se presentan.
Caso aparte es Lima. Siendo el municipio legalmente también Gobierno Regional para algunos temas como salud, es el único del país que no ha asumido sus competencias en salud colectiva ni en la gestión de los servicios. Lima debe ser la única mega urbe de América que no cuenta con una autoridad sanitaria, lo que es inaceptable.