Raymundo Trindade Serra ha declarado que el “club de la construcción” mafioso funciona desde 1996. En ese año era ministro de economía y finanzas del gobierno de Fujimori el Ing. Jorge Camet, quien además de presidente de la Confiep era dueño de la empresa constructora J y J Camet. Vaya casualidad.
J y J Camet se cambió de nombre a JJC cuando Jorge Camet acabó en la cárcel. Pero la empresa siguió funcionando como si nada. La constructora JJC es socia de Odebrecht en los consorcios conformados para la carretera Interoceánica Sur / tramos 2 y 3, en los que sabemos hubo 45 millones de dólares en coimas, obras contratadas con Alejandro Toledo y reafirmadas y continuadas con Alan García con grandes adendas que significaron cientos de millones en sobrecostos. Otra socia en ese proyecto es GYM – Graña y Montero.
Estas empresas junto con una más (ICCGSA) compartían las coimas con Odebrecht. Pusieron el 30 por ciento de los 45 millones, es decir nada menos que 13,5 millones de dólares. Ellas lo niegan, pero como ha dicho Marcelo Odebrecht : “Si hubo algún proyecto nuestro en el que hubo un pago de coima, y Graña u otra empresa eran socias, con certeza lo sabían. Nadie iba a aceptar nada relativo a un proyecto y asumir un costo por los socios. Eso no existe”. Jorge Barata confirmó que compartieron las coimas con sus socias peruanas: “El pago ha sido por Odebrecht, pero el resto de las empresas sí tenían conocimiento, no detalles, pero sí sabían que existía el acuerdo. Lo que sí es cierto es que se distribuyó entre los consorciados (…) ellos sabían que habíamos pagado y sabían que tenían que asumir lo que le correspondería”. Se sabe que, efectivamente, estas empresas peruanas le dieron millones a Odebrecht bajo un pretexto de “compartir riesgos especiales”.
La Interocéanica no es el único caso que ha salido a la luz comprometiendo a la constructora JJC. Está también el caso de la carretera Huaura – Sayán, encargado a la sociedad conformada por Andrade Gutiérrez y la peruana JJC, obra contratada 40 millones por encima del valor referencial. Pagaron 809 mil dólares en coimas.
Pero este asunto viene de atrás. Durante el gobierno de Fujimori 1990-2001, las constructoras con más contratos con el estado fueron Odebrecht, COSAPI, Graña y Montero, y J y J Camet. En otras palabras, en ese periodo Jorge Camet era al mismo tiempo ministro de economía, organizador del “club de la construcción” y uno de los que recibía una parte sustancial de las obras sobrevaluadas. Estas cuatro empresas, las mayores contratistas con el estado en los 90s, están todas están involucradas en el actual caso del “club de la construcción” de los últimos años. Hay continuidad.
Hay también otras relaciones entre las constructoras corruptas. Roberto Abusada era asesor principal en el ministerio de economía y finanzas durante la gestión de Jorge Camet cuando se conformó el mafioso “club de la construcción”. Luego del fujimorismo, Abusada ha sido durante más de una década director de Graña y Montero, que como hemos visto es parte de ese mafioso “club” y que también fue de los preferidos en la época de Fujimori cuando Camet era ministro. Otro director de Graña y Montero fue José Chlimper, otro ex – ministro de Fujimori y secretario general de Fuerza Popular del 2016 al 2018. Grandes coincidencias entre grandes empresarios, el régimen fujimorista y la corrupción.
Roberto Abusada ha sido director de Graña y Montero en todo el periodo en el que hoy está documentado fueron socios con Odebrecht y compartieron las coimas. No es que no sabía que Odebrecht era corrupta. Graña y Montero incluso se asoció con Odebrecht cuando el escándalo Lava Jato ya había estallado y Marcelo Odebrecht estaba en la cárcel, para el Gasoducto del Sur.
José Graña Miróquesada, el dueño de Graña y Montero, es también el mayor accionista de “El Comercio”. Es en esas páginas donde Roberto Abusada publica artículos semanales, en las que no faltan referencias acerca de cómo mejorar la economía nacional. Qué tal cuajo.