Diego Trelles Paz es un escritor comprometido de estos tiempos, distinto a esos "apolíticos" que juegan por lo bajo a favor del neoliberalismo. Vive en Francia, pero su corazón late por el Perú. Está atento a lo que sucede en estas comarcas. Acaba de afiliarse en el Movimiento Nuevo Perú. Apoya a Verónika Mendoza desde el espacio de la práctica intelectual y las ideas políticas, y no se calla nada. Elogia a Arbizu, Tejada, Baquerizo y dice: "La izquierda no solo debe enfocarse en la lucha por los Derechos Humanos sino en combatir el capitalismo salvaje que posibilita que estos Derechos se vulneren". Califica al gobierno de Vizcarra de proempresa, neoliberal que piensa en las encuestas antes que en sus gobernados.
—¿Por qué cree usted que Vizcarra no quiere hacerse cargo de los niños de Pasco que tienen leucemia mieloide crónica a causa de minería?
—La prioridad de un gobierno de corte neoliberal como el de Martín Vizcarra no son los ciudadanos sino las empresas, las corporaciones, las castas familiares que controlan el país.
—Y son familias pobres…
—Sí. Estamos hablando de familias de peruanos pobres y provincianos que son invisibles para el Estado solo hasta ese momento en que se vuelven víctimas del propio Estado y esto se hace público. Tengan por seguro que si no hubiera aparecido en la prensa, esas familias seguirían acampando frente al Ministerio de Salud.
—No les hacen caso.
—Los han desairado durante diez días pese a que existe un compromiso firmado en 2018 en el que se comprometían a cubrir la atención médica de los niños en el extranjero. No lo han respetado. No lo piensan respetar.
—¿Es un gobierno que no piensa en los ciudadanos?
—Es un gobierno que piensa en las encuestas antes que en sus gobernados. ¿Qué tal grado de insensibilidad y de estupidez puede tener un gobierno para decirle a niños con leucemia y metales pesados en la sangre por culpa de la minería que para ellos no hay plata?
—Y eso es mentira…
—Además de ser una mentira flagrante, es pavoroso y violento que Vizcarra se ponga del lado de la minera. En cualquier parte del mundo, tanto el Estado como la minera tendrían que haber pagado una indemnización millonaria a esa gente. En el Perú es al revés: prefieren dejarlos morir. Vizcarra debería estar defendiendo la vida de los ciudadanos que gobierna, pero parece defender las políticas de muerte que sacrifican a los menos protegidos.
Afiliación
—¿Cuál es la razón fundamental por la que se afilió a Nuevo Perú?
—Es la única organización política de izquierda en el Perú con posibilidades electorales que se opone a este modelo indecente que ha normalizado la precariedad laboral, la exclusión social, la desigualdad y la pobreza, y nos vende la idea de que todo gobierno electo debe estar bajo el patronato de la CONFIEP.
—¿Usted apuesta por un cambio?
—No soy el único peruano harto que piensa que ha llegado el momento de un cambio urgente. No soy el único que siente ira y una profunda decepción porque la plata no alcanza y la inseguridad trepa y el peruano promedio trabaja diez o doce horas sin que le paguen horas extra. No soy el único indignado porque la salud y la educación han dejado de ser derechos para convertirse en privilegios carísimos. Ni el único espantado por la violencia machista que es una enfermedad asesina crónica. Quien crea que son solo los peruanos progresistas los que desean este cambio, se equivoca. Vienen de todos les espectros políticos y ya votaron por Verónika Mendoza en 2016 porque estaban hartos y lo siguen estando. No hay que olvidar que Mendoza es una de las pocas figuras políticas limpia y desligada de toda la corruptela de Lava Jato.
—¿De qué manera colaborará para que Verónika llegue a gobernar?
—Para que Mendoza postule, primero tenemos que asegurar la inscripción y luego pasar por un proceso de elecciones primarias como en cualquier país democrático. Sin inscripción propia seguirán dando tumbos y cometiendo errores innecesarios.
—Se necesita un esfuerzo monumental
—No todo puede ser Mendoza, hay otros cuadros muy buenos como Sergio Tejada, Julio Arbizu o Grace Baquerizo que deben tomar por lo menos las riendas de Lima. Hay que ver lo que hizo Podemos en España que nunca fue solo Pablo Iglesias. Mendoza tiene que recuperar el voto del sur.
—¿Usted apoyó a Verónika en la campaña del 2016?
—Sí, claro. La he apoyado desde la campaña de 2016. Más que un militante orgánico soy alguien que apoya desde el espacio de la práctica intelectual y las ideas políticas. Es muy natural para mí que un escritor tenga una posición política definida y la defienda públicamente. Todos los escritores que me formaron literariamente, de izquierda y de derecha, tenían una voz pública.
En Francia
—¿Hay en Francia alguna organización que apoya a Verónika?
—Se mantiene el comité de base que apoyó su candidatura en 2016 pero ha pasado de ser Frente Amplio a constituirse como Nuevo Perú París. Existen distintos colectivos progresistas que hacen actividades constantemente, las feministas por ejemplo son muy activas, y con los que hay afinidad y amistad pero que no son parte todavía del comité y no sé si lo sean pero no descarto que, en su mayoría, apoyen a Mendoza. En España y en Italia, los comités están bien organizados y son muy fuertes.
—¿Cuáles son los temas urgentes por los cuales la izquierda debe luchar?
—Es hora de aterrizar un poco y ofrecer a la ciudadanía algo mejor de lo que tiene con propuestas claras y directas.
—¿Cómo cuáles?
—Estoy, por ejemplo, a favor de una Asamblea Constituyente y de cambiar la Constitución de la dictadura que existe para asegurarse de que nada cambie, pero mucha gente no entiende qué tiene que ver eso con su situación de pobreza y vulnerabilidad. Si el voto de Lima se le resiste a Mendoza, ¿por qué no ofrecer una solución política a problemas reales de todos los días como la inseguridad y la falta de empleo?
—¿Qué hace falta?
—Hace falta una estrategia comunicacional para llegar a la gente. Uno de los grandes abusos que permite este modelo económico es la normalización de la usura y del abuso y eso no distingue clase social. ¿Qué espera Verónika Mendoza para comprometerse, por ejemplo, a acabar con el cobro ilegal del "derecho de admisión" de los colegios privados que endeuda a todas las familias? Si se niegan por ser entidades privadas, entonces que paguen sus impuestos como todos y listo.
—¿Hay claridad en el combate al capitalismo?
—Hay que recuperar el voto del sur que se ganó en 2016 y, en ese sentido, me parece muy bien que Mendoza hable del gas, del agua, del patrimonio histórico. La izquierda no solo debe enfocarse en la lucha por los Derechos Humanos sino en combatir el capitalismo salvaje que posibilita que estos Derechos se vulneren.