Una de las consecuencias más lamentables del paro agrario fue el atentado contra una ambulancia. La ministra de Salud, Pilar Mazzetti, dijo que Ica tenía 10 ambulancias y que ahora solo tiene 9. Algunos dicen que fueron los trabajadores, otros que fueron infiltrados en la manifestación.
El ministro del Interior, José Elice, sostuvo que se está investigando el caso, pero no se ha identificado a nadie que haya participado en el atentado contra la ambulancia tipo 2.
La presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez, dijo: "Lamentamos que en el sur se haya quemado una ambulancia. Todas las personas tenemos derechos a manifestarnos, pero a hacerlo sin violencia, sin atacar a las personas o a la propiedad pública. Atacar una ambulancia, en el contexto de la pandemia, es un atentado contra la salud de las personas".
Mazzetti apuntó que la pérdida de una ambulancia significa un "disparo a los pies" en medio de una pandemia y de la precariedad del sistema.
Calificó la protesta de "válida", pero consideró que esta se desvirtúa con las formas violentas de canalizar las demandas. Informó también que el chofer del vehículo resultó con contusiones y que esta incluso pudo servir a los propios manifestantes en caso resulten heridos.
También ha pedido "madurez social" para expresar las demandas en medio del caos y enfrentamientos entre los trabajadores de agroexportadoras y la Policía Nacional.
"Nuestro chofer ha resultado policontuso también, un ciudadano como cualquier otro. Esto va a significar que tenemos una ambulancia menos", dijo en entrevista con Canal N.
La ambulancia fue quemada a la altura del kilómetro 273 de la Panamericana Sur en el peaje Barrio Chino en Ica.
La unidad médica pertenecía al Hospital Santa María del Socorro de Ica y retornaba a la ciudad tras llevar de emergencia a un paciente a Lima.
Los vándalos bajaron al conductor y a la enfermera que iban en la ambulancia y los agredieron. Luego voltearon la unidad y la quemaron. Presumían que en el vehículo se trasladaban a policías camuflados.