La lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, hasta el cierre de esta edición, no había dicho esta boca es mía, pero había enviado a todos sus voceros a atacar el planteamiento de cuestión de confianza del presidente Martín Vizcarra.
A su vez, el líder aprista Alan García, aliado de Keiko Fujimori en el Parlamento, sí criticó mediante el Twitter la medida del mandatario.
Analistas consultados por el diario PERFIL dijeron que Keiko y García temen al Cierre del Congreso, porque perderían su poder en el Parlamento, desde donde Keiko, ayudado por Mauricio Mulder y Javier Velásquez, pone la agenda del país siempre pensado en su partido y el Apra.
El analista político Carlos Monge dijo al diario PERFIL que el fujiaprismo se opone y ha querido frenar las reformas, sobre todo judicial, no solo porque se les estaría acabando la impunidad, sino también por los nexos que tendrían en el Poder Judicial.
"Las iniciativas propuestas por el ejecutivo no les conviene a ellos [determinados grupos políticos]. Ellos viven del status quo, por lo que están atentos a cambios radicales, como los que ha presentado Vizcarra" afirmó.
Monje consideró que la oposición y demora de los grupos políticos tenía un claro objetivo: probar si Vizcarra declinaba ante la negativa de la mayoría parlamentaria del Parlamento. "Cómo el presidente no ha dado marcha para atrás, da la sensación de que ahora el Congreso si está corriendo con las reformas", agregó.
El analista sostuvo que es difícil saber la decisión que tomará el fujiaprismo ante el pedido de cuestión de confianza del presidente, pues estos grupos políticos han probado que son impredecibles. "Podría ser que algunos parlamentarios también se revelen contra Keiko, como ya lo hicieron los que apoyaron a Kenji. El escenario es incierto", dijo.
"Podrían aceptar las reformas, unirse al pedido del presidente, negociar, organizarse y dejar al gobierno sin agenda", opinó Monge. De acuerdo con el especialista, existen formas de que el fujimorismo y el Apra aún conserven la impunidad de siempre, aunque las reformas, si se ejecutan sin alianzas, podría cambiar el escenario.
El observador político Alberto Adrianzén declaró al diario PERFIL que las reformas planteadas por el presidente no son suficientes para acabar con la impunidad que gozan ciertos grupos políticos. Opinó que, si el presidente plantea cambios, que sean a fondo, como llamar a asamblea constituyente para terminar de manera definitiva con los defectos políticos del país y, sobre todo, judiciales.
"Yo no creo que la disolución del congreso sea necesaria. El presidente debe dialogar con todas las fuerzas políticas. Pero sí considero que si reformará la constitución, que la haga toda, y no por partes, como pretende. Que aproveche, porque las reformas planteadas ya requieren de cambios drásticos en varios artículos", indicó.
El expresidente Alan García opinó sobre la cuestión de confianza planteada por el mandatario Martin Vizcarra. Escribió en Twitter: "Mejor es concertar que confrontar. Se puede llegar a las mismas, o mejores conclusiones, sin paralizar al país. Fernando Belaunde llamaba al diálogo con la oposición cuando era necesario", escribió AG.
La abogada Rosa María Palacios respondió al exmandatario, quien temería cambios propuestos por el jefe de Estado, sobre todo después de que este apelara a herramienta constitucional.
"¿Belaunde? El Apra, con mayoría, lo hostilizó de 1963 a 1968 hasta provocar el golpe militar. Si hoy existe cuestión de confianza fue por esa nefasta experiencia. Se introdujo en la Constitución del 79 y se radicalizó en la del 93", recordó al exjefe de Estado.
Solo cambios
El congresista Gilbert Violeta aseguró que la cuestión de confianza planteada por el presidente no tiene como objetivo cerrar el Congreso. Cuestionó los comentarios de las parlamentarias de Fuerza Popular Úrsula Letona y Aramayo, quienes cuestionaron al jefe de Estado.