En el 2016, Verónika Mendoza casi pasa a la segunda vuelta. Le ganó PPK quien, después con el apoyo de ella y de demócratas de todos los tamaños, ganó las elecciones y los malandros no pudieron llegar a Palacio de Gobierno de la mano de Keiko Fujimori.
En aquel tiempo, Verónika era la candidata del Frente Amplio, un partido ecologista que había abierto sus puertas a líderes muy jóvenes que se identifican con los valores de la izquierda: Tania Pariona, Marisa Glave, Humberto Morales, entre otros.
Las elecciones del 2016 hicieron que el Frente Amplio creciera tanto que terminó por romperse por infinidad de factores. Verónika fundó entonces el Movimiento Nuevo Perú con la idea de convertirlo en partido, pero no logró su objetivo porque en el camino aparecieron las zancadillas de los que quieren que nada cambie y también por una nueva ruptura. Las renuncias de Marisa Glave, Tania Pariona y otros líderes fueron un duro golpe para el movimiento.
Antes de las renuncias, Verónika, como intuyendo que era muy difícil crear un partido nuevo, ya llegaba a acuerdos con Juntos por el Perú, un nuevo rostro que había surgido del Partido Humanista, y que está integrado por diversas agrupaciones de la izquierda peruana, que habían apoyado la candidatura de Verónika en las elecciones del 2016.
Ahora, Verónika se ha convertido en la candidata presidencial de Juntos por el Perú. Se trata, de alguna manera, de un frente de partidos de izquierda y movimientos progresistas, muchos de los cuales están encabezados por jóvenes. El Frente Amplio, el que tiene bancada en el Congreso, el que tiene una bronca interna muy fuerte, no está en Juntos por el Perú.
Verónika integra la plancha presidencial junto con el economista José De Echave y la luchadora social Mila Ayay, vecina de Bocanegra, Callao. Los tres están de acuerdo en que hay que cambiar la Constitución que surgió durante la dictadura de Fujimori y Montesinos. Los tres saludaron al pueblo chileno por su gesta reciente.
