El papa Francisco falleció este lunes 21 de abril a las 7:35 horas (Roma) en su residencia de la Casa Santa Marta, en la Ciudad del Vaticano, a causa de un accidente cardiovascular (ACV), también conocido como ictus, que le causó un coma y un fallo cardiocirculatorio irreversible.
Con un parte de defunción firmado por el director de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano, Andrea Arcangeli, la Santa Sede confirmó la información que difundió horas antes Corriere della Sera. Según el citado diario, el pontífice se despertó a las seis de la mañana y se encontraba razonablemente bien, pero en las dos horas siguientes su estado de salud se deterioró de forma crítica.
A las 7:00 horas (Roma) comenzó a sentirse enfermo y, media hora después, se produjo el desenlace fatal. El ACV habría ocurrido en el contexto de un problema cardíaco grave, según la información recogida por la prensa italiana.
El papa Francisco había atravesado un periodo de salud delicada durante los últimos dos meses. El 14 de febrero fue ingresado de urgencia en el Hospital Gemelli de Roma debido a una infección polimicrobiana de las vías respiratorias, que derivó en una neumonía bilateral.
Permaneció hospitalizado durante 38 días y recibió el alta el 23 de marzo, aunque su estado siguió siendo frágil. La última aparición pública del pontífice fue el domingo 20 de abril, cuando impartió la bendición Urbi et Orbi desde el balcón de la Basílica de San Pedro, visiblemente debilitado y en silla de ruedas.
¿Qué es un ACV, la posible causa de muerte del papa Francisco?
El ACV, señalado como la posible causa de muerte, es una emergencia médica que ocurre cuando se interrumpe o bloquea el flujo sanguíneo a una parte del cerebro. Las neuronas afectadas dejan de recibir oxígeno y nutrientes, lo que puede provocar daño cerebral irreversible o la muerte si no se actúa con rapidez.
Entre los factores de riesgo principales se encuentran la hipertensión arterial, enfermedades cardíacas, diabetes, colesterol alto, tabaquismo, consumo de alcohol, sedentarismo y obesidad. En el caso del papa Francisco, su salud ya estaba comprometida por las recientes infecciones respiratorias y un cuadro cardíaco previo.
Los síntomas más habituales de un accidente cardiovascular incluyen dificultad para hablar o entender, debilidad o parálisis en un lado del cuerpo, pérdida repentina de visión, dolor de cabeza intenso y problemas para caminar o mantener el equilibrio.
Funeral papal
La muerte del pontífice activó de inmediato el protocolo establecido en el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, actualizado por el propio Francisco en 2024. El rito de certificación del deceso y la colocación del cuerpo en el féretro se realizará este lunes a las 20:00 horas en la capilla de la residencia de Santa Marta, presidido por el cardenal Farrell.
Posteriormente, el cuerpo será trasladado a la Basílica de San Pedro para que los fieles puedan rendirle homenaje. El funeral y entierro del papa Francisco se celebrarán entre el 24 y el 26 de abril, seguido de nueve días de luto oficial conocidos como novendiali.
El fallecimiento del papa Francisco ha generado una oleada de reacciones y condolencias en todo el mundo. Líderes políticos y religiosos han destacado su compromiso con los más pobres y marginados, su impulso a una Iglesia más inclusiva y su defensa de la justicia social y el medio ambiente. Argentina, su país natal, decretó siete días de luto nacional, mientras que España estableció tres jornadas de duelo por su muerte.
Durante su pontificado, iniciado en 2013, Francisco promovió reformas en el Vaticano, enfrentó los escándalos de abusos sexuales en la Iglesia y abogó por el diálogo interreligioso y la paz mundial. Su legado será recordado por su cercanía con los fieles y su apuesta por una Iglesia más abierta y solidaria.
También lee
