María del Carmen Alva tendrá que responder ante la Comisión de Ética del Congreso.
El objetivo es maniatar al presidente de la República, hacerlo que gobierne solo con las leyes vigentes, sin cambio alguno, y las que al Congreso le parezca; con lo que, aunado a la inexperiencia de Castillo, lograr reducirlo a la inutilidad para vacarlo pronto.
María del Carmen Alva no se avergüenza. No se avergüenza de nada y sigue adelante como su amigo Manuel Merino, quien se atrevió a llegar a Palacio de Gobierno.
Una guerra frontal entre el Parlamento y el Congreso se calmó un poco porque Alva puso paños fríos después de la denuncia constitucional de Bettsy Chávez.
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