Melissa Zamudio manejó toda la noche buscando un hospital para internar a su cuñado; pero, como los todos están colapsados, tuvo que internarlo en la clínica San Pablo. Ahí, el 13 de mayo, comienza su drama que hasta ahora no termina.
La clínica San Pablo le pidió 50 mil soles como garantía para recibir a su familiar contagiado con el virus. Toda la familia, tal como lo contó a Cuarto Poder, logró conseguir el dinero y su familiar fue internado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la clínica.
No se curó. Murió después de estar 20 días en UCI y la clínica quiso cobrar por todos los gastos 222 mil soles. La clínica no quiso entregar el cuerpo. Lo hizo después de que la familia consiguió 70 mil soles y luego la clínica pidió a la familia que firmará un compromiso de pago de cuotas mensuales hasta terminar con la deuda.
Melissa Zamudio pidió la lista de gastos porque quería saber por qué cuesta tanto el internamiento en una clínica y descubrió que una ampolla de cutenox, de 40 miligramos, que en el sector público cuesta 7 soles, la clínica factura con más de 326 soles. También descubrió que el inyectable de omeprazol, de 40 miligramos, que en el sector salud cuesta un sol, San Pablo factura con 165 soles.
Esto es solo un ejemplo del abuso que las clínicas buitres han hecho en el país en el gobierno del presidente Martín Vizcarra, quien, después de más de 100 días de la emergencia, llegó al acuerdo de costear el pago de 55 mil soles, más IGV, por los pacientes que requieren internamiento en la Unidad de Cuidados Intensivos.