Este 18 de enero, la Iglesia Católica conmemora a Santa Prisca, una joven mártir de Roma cuya vida y martirio han sido objeto de tradición y leyendas a lo largo del tiempo.
Prisca, también conocida como Priscila, era una joven de tan solo 13 años, proveniente de una familia distinguida de Roma. En medio de la persecución a los cristianos durante el gobierno de Claudio, fue descubierta como cristiana y llevada ante un juez. A pesar de su corta edad, Prisca mostró una gran firmeza en su fe y se negó a renunciar a ella.
A lo largo de su encarcelamiento, varios mediadores y conocidos intentaron persuadirla para que apostatara, prometiéndole una vida llena de placeres y comodidades. Sin embargo, Prisca se mantuvo firme en su fe cristiana y en su determinación de seguir a Cristo, incluso a costa de su propia vida.
Finalmente, Prisca fue decapitada fuera de la ciudad y enterrada en Via Ostia el 18 de enero. Sus reliquias se conservan en Roma, en una iglesia que lleva su nombre.
A pesar de las múltiples leyendas y adornos que se han acumulado a lo largo de los siglos sobre los detalles de su martirio, lo más relevante y destacable de la historia de Prisca es su actitud decidida y su firmeza en la fe, mostrando una madurez espiritual que la llevó a anteponer su lealtad a Cristo sobre cualquier otra cosa, incluso su propia vida.
Además de Santa Prisca, también se celebra la fiesta de otros santos y mártires en este día:
- San Deicolo
- San Jaime Hilario Barbal
- Santa Margarita de Hungría
- San Volusiano
- Beato Andrés de Peschiera Grego
- Beata Beatriz II de Este
- Beata Cristina Ciccarelli
- Beato Facio
- Beata María Teresa Fasce
- Beata Regina Protmann
¿Qué es el santoral?
El santoral es el conjunto de personas veneradas en la Iglesia Católica como santos o beatos en una fecha del calendario determinada. Los santos son personas que han vivido una vida ejemplar de fe y caridad, y que han sido reconocidas como tales por la Iglesia. Los beatos son personas que han dado muestras de santidad, pero que aún no han sido canonizadas.
¿Cómo se convierten los santos?
El proceso de canonización es un proceso largo y complejo que puede durar siglos. El primer paso es la investigación del candidato a santo, para comprobar que su vida fue realmente ejemplar y que murió en estado de gracia. Si la investigación es positiva, el candidato es declarado venerable.
El siguiente paso es la beatificación, que es la declaración oficial de que el candidato es beato. Para ello, se necesita un milagro atribuido a la intercesión del candidato. Si el milagro es reconocido por la Iglesia, el candidato es beatificado.
El último paso es la canonización, que es la declaración oficial de que el candidato es santo. Para ello, se necesitan dos milagros atribuidos a la intercesión del candidato. Si los milagros son reconocidos por la Iglesia, el candidato es canonizado.