Este 19 de enero, la Iglesia Católica conmemora al Beato Marcelo Spínola y Maestre, cuya vida estuvo marcada por su dedicación religiosa y sus contribuciones a la Iglesia.
Nacido en 1835 en la isla San Fernando, diócesis de Cádiz (España), Marcelo Spínola y Maestre inició su trayectoria en el ámbito legal, obteniendo una Licenciatura en Derecho en la Universidad de Sevilla en 1856. Ejerció como abogado, prestando servicios gratuitos a los pobres en Huelva y más tarde en Sanlúcar de Barrameda, debido al destino de su padre como comandante de Marina.
Sin embargo, su camino dio un giro cuando fue ordenado sacerdote en 1864. Ejerció como capellán en la Iglesia de la Merced en Sanlúcar de Barrameda y luego como párroco en San Lorenzo de Sevilla y canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Sevilla.
Su trayectoria eclesiástica continuó con nombramientos en diversas diócesis: Coria (Cáceres), Málaga y finalmente Sevilla, donde se convirtió en arzobispo. En 1905, fue elevado a cardenal por el Papa Pío X.
Durante su mandato, fundó la Congregación de las Esclavas del Divino Corazón en Coria (Cáceres) en colaboración con la Sierva de Dios, Madre Celia Méndez y Delgado.
Marcelo Spínola falleció el 19 de enero de 1906 en Sevilla. Su legado perdura en la memoria de la Iglesia, y su figura fue reconocida por la visita y oración del Papa Juan Pablo II ante su sepulcro en Sevilla durante su visita a la ciudad en 1982.
Además del Beato Marcelo Spínola y Maestre, también se celebra la fiesta de otros santos y mártires en este día:
- San Ábaco
- San Arsenio, obispo
- San Basiano
- San Germánico
- San Launomaro
- San Macario el Grande
- San Ponciano
- San Remigio de Rouen
- Beato José Sebastián Pelczar
- Beato Santiago Salès
¿Qué es el santoral?
El santoral es el conjunto de personas veneradas en la Iglesia Católica como santos o beatos en una fecha del calendario determinada. Los santos son personas que han vivido una vida ejemplar de fe y caridad, y que han sido reconocidas como tales por la Iglesia. Los beatos son personas que han dado muestras de santidad, pero que aún no han sido canonizadas.
¿Cómo se convierten los santos?
El proceso de canonización es un proceso largo y complejo que puede durar siglos. El primer paso es la investigación del candidato a santo, para comprobar que su vida fue realmente ejemplar y que murió en estado de gracia. Si la investigación es positiva, el candidato es declarado venerable.
El siguiente paso es la beatificación, que es la declaración oficial de que el candidato es beato. Para ello, se necesita un milagro atribuido a la intercesión del candidato. Si el milagro es reconocido por la Iglesia, el candidato es beatificado.
El último paso es la canonización, que es la declaración oficial de que el candidato es santo. Para ello, se necesitan dos milagros atribuidos a la intercesión del candidato. Si los milagros son reconocidos por la Iglesia, el candidato es canonizado.