El zoo de Odense, en Dinamarca, fue escenario de un peculiar episodio protagonizado por una pareja gay de pingüinos que decidió tomar bajo su cuidado a una cría al interpretar que sus padres la habían abandonado.
“Al parecer, la madre había ido a tomar un baño, por lo cual era el turno del padre de cuidar del polluelo”, explicó la cuidadora Sandie Hedegård Munck. “Él también se fue y la pareja de pingüinos machos pensó ‘oh, qué pena, nos lo vamos a llevar'”.
Vale recordar que, en la organización familiar de los pingüinos, hasta que la cría puede valerse por si misma debe estar acompañada por a menos uno de sus padres en todo momento.
Sin embargo, cuando la madre regresó y se encontró con que su hijo había sido “raptado”, confrontó a los dos machos que se lo habían llevado y hasta hubo un pequeño altercado físico. Con ayuda de los cuidadores, el pingüino bebé fue restituído a sus padres.
La historia también tuvo final feliz para la pareja gay: el zoo les dió en adopción el huevo de una pingüina sin pareja que no podía cuidar sola a su futuro hijo.
AMOR DE PADRES
Esta no es la primera vez que una pareja gay de pingüinos adopta una cría. En el 2014, dos ejemplares del Wingham Wildlife Park se encargaron de un hijo adoptivo luego de que su madre lo abandonó.
Roy y Silo, una pareja que vive en el zoo de Nueva York, recibió un huevo que luego incubaron y del cual nació Tango, una cría de sexo femenino que ambos cuidaron hasta la adultez. Sorprendentemente, al crecer, la pingüina también formó una pareja homosexual.