En el marco del South Series Festival de Cádiz, tenemos la oportunidad de dialogar con Curro Royo, guionista español y vicepresidente de DAMA, la entidad de gestión de derechos de autor de medios audiovisuales en España. Con una amplia trayectoria en la industria, Royo es un defensor de la colaboración entre creadores iberoamericanos, lo cual se ha vuelto especialmente relevante en la actualidad. “Hemos estado explorando la posibilidad de crear un foro o un punto de encuentro entre creadores de toda Latinoamérica y España, donde podamos compartir historias y trabajar más unidos,” comenta.
Uno de los temas que surgió durante el festival es la oportunidad que existe para la coproducción entre países iberoamericanos, como México, España, y Estados Unidos, especialmente cuando estos comparten la lengua y una base cultural similar. “Estamos hablando de 600 millones de hispanohablantes en todo el mundo… una coproducción entre estos 3 territorios representa un público potencial de unos 250 millones de personas,” afirma Royo.
Hernán y el mestizaje cultural
Curro Royo es conocido por su trabajo en series como Hernán, que relata la vida de Hernán Cortés, un proyecto en el que él fue showrunner y que fue una coproducción entre México y España. En esta serie, Royo encontró una oportunidad única de mezclar talento de ambos países. “Fue una coproducción que llamamos equipo mestizo, orgullosamente mestizo, donde colaboramos de forma fantástica,” recuerda. La serie, que cuenta con actores de ambas nacionalidades, aborda temas históricos de gran complejidad y sensibilidad en ambas culturas. “Nos aseguramos de que nuestros personajes no fueran ni héroes ni villanos, sino hombres de su tiempo, de su cultura.”
La serie tuvo un impacto en ambos países y despertó conversaciones sobre la historia compartida entre México y España. Para Royo, la clave del éxito de este proyecto radica en un respeto mutuo que llevó al equipo a representar distintos puntos de vista sin intentar imponer una única narrativa. “Hubo voces que decían ‘basta de leyenda negra’ o ‘basta de leyenda rosa’, pero al final logramos un equilibrio al entendernos y cuestionarnos constantemente cuál era nuestro enfoque y cuál era el enfoque del otro,” dice.
Como agua para chocolate: La exportación de la cultura mexicana
A partir del próximo 3 de noviembre 2024, Max (antes HBO Max) estrenará la serie Como agua para chocolate, una adaptación de la icónica novela de Laura Esquivel. Esta coproducción es un claro ejemplo de la visión iberoamericana que Curro Royo promueve. “Es una producción entre la productora mexicana Endemol Shine Boomdog y The Mall Shine North America, ambas del grupo Banijay, y la mexicana Ventanarosa de Salma Hayek. Todos colaboramos con la IP (Propiedad Intelectual) de una novela que no solo es mexicana, sino que tiene un significado cultural profundo,” explica Royo.
La historia de Como agua para chocolate trasciende fronteras y logra transmitir una “esencia de mexicanidad” que, según Royo, tiene el potencial de conectar con audiencias de todo el mundo. “El encanto está en que nos permite conocer profundamente la cultura mexicana a través de la cocina y el realismo mágico,” comenta. Y agrega que, para él, la fusión de estos elementos hace de la serie “un cóctel delicioso de amor, gastronomía y fantasía”.
La cultura de las series y el poder de la narrativa
Royo está convencido de que las series han transformado el panorama audiovisual y ofrecen un espacio inigualable para desarrollar historias que, en otro formato, no tendrían el mismo impacto. “Lo maravilloso de las series es que tienes muchas horas para desarrollar un universo narrativo. Hay historias que requieren una película, pero hay otras que necesitan el espacio de una serie para explorar personajes y capas narrativas complejas. Las buenas series son como plazas donde se cruzan diferentes personajes y subtramas que el espectador quiere seguir,” señala.
Royo, además, reflexiona sobre el poder de las historias locales para alcanzar una audiencia global, independientemente de su origen. “Cuando una película o serie es buena, se entiende en cualquier parte del mundo. Lo importante es la transmisión de la experiencia humana; una historia de amor, familia o superación puede resonar tanto en Madrid como en Ciudad de México.”
En un festival dedicado exclusivamente a las series, Royo valora la oportunidad de que se reconozca esta narrativa en un evento de tal envergadura. “Vivimos en la cultura de las series, es algo que ha cambiado nuestra manera de consumir entretenimiento y que merece ser celebrado,” menciona, destacando la labor de Joan, organizador del festival, por crear un espacio para la industria de la ficción seriada en España y el mundo iberoamericano.
La apuesta de Curro Royo por proyectos como Hernán y Como agua para chocolate ejemplifica su visión de una industria unida por el idioma, pero también por una narrativa compartida que trasciende fronteras y conecta con audiencias en todo el mundo. Para él, este es solo el comienzo de una colaboración cada vez más fuerte entre España, México, y otros países iberoamericanos, una comunidad que, según sus palabras, “tiene un enorme potencial y mucho camino por recorrer juntos”.