El cine chileno atraviesa un período de gran florecimiento desde hace años, y los premios Quirino de la animación iberoamericana (9-11 de mayo) confirmaron esta tendencia. Uno de los destacados en esta edición, celebrada en Tenerife (España), fue el cineasta chileno Gabriel Osorio, reconocido a nivel mundial por haber obtenido el primer premio Oscar para Chile con su película Historia de un Oso. En esta ocasión, compitió con En las estrellas, un episodio de la segunda temporada de la serie Star Wars Visions, una colección de cortometrajes basados en el universo de Star Wars.
Gabriel comentó a EL PERFIL que “los Quirino son un festival al que habíamos postulado desde hace tiempo sin éxito. Admiramos mucho este festival y por eso decidimos participar. Estamos muy contentos y orgullosos de representar a la animación latinoamericana”.
Tras un año desde su participación en el Festival de Cine de Animación de Annecy, el más importante del mundo, Gabriel destaca la reacción positiva del público en Chile y otros países latinoamericanos. Además, resalta la inspiración que encontró en los pueblos originarios de la Patagonia para la realización de su obra.
Sobre la importancia de la identidad iberoamericana, Gabriel comenta: “Nuestra cultura y nuestra identidad tienen raíces en España debido a la época de colonización. Esto forma parte de nuestra identidad. Por ejemplo, competir en los Quirino con Rodrigo Blaas, director del capítulo Sith de la misma serie que yo, sería motivo de gran alegría si él resultara ganador. Representa más que simplemente la cultura ‘gringa'”.
En un evento donde la animación es el foco central, preguntamos sobre la situación actual del cine chileno de animación. Gabriel reconoce los desafíos posteriores a la pandemia, como la dificultad para obtener presupuesto, y añade: “Pero al mismo tiempo, estas crisis nos inspiran, nos hacen reflexionar sobre la realidad y nos ayudan a discernir lo verdaderamente importante. Esto se refleja en las historias que contamos”.
En estos mismos premios se encuentró otro referente de la animación chilena, el director Cristóbal León, quien compitió con el video musical I inside the old I dying y pronto lo hará también en la Quincena de los cineastas de Cannes con su obra de imagen real Los Hiperbóreos. Sobre la posibilidad de adentrarse en el cine de imagen real, al igual que su colega Cristóbal León, Osorio comenta: “Por ahora, pienso que la animación es mi camino. Trabajar con actores reales, como grabar voces, también es muy satisfactorio. No estar dibujando todo el día encerrado, sino interactuar con personas reales”.
Este año, Osorio también participará en el prestigioso Festival de Annecy con un nuevo proyecto, lo que refleja el creciente reconocimiento del cine chileno. Este logro subraya la buena selección de los Premios Quirino, que han destacado tanto a Cristóbal León, quien estará en Cannes, como a Osorio en Annecy. La presencia del cine chileno en Tenerife se expande a los escenarios más destacados del mundo, consolidando su posición entre los festivales de renombre internacional.