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Este artículo es de hace 4 años

Suicidio de Santiago García abre el grave tema de la salud mental en el fútbol

La muerte del futbolista Santiago García aumenta la lista interminable de deportistas que ven al suicidio como la única salida.
Jairo Beltrán

El fútbol sudamericano está de luto. Esta mañana fue encontrado muerto en su domicilio Santiago García. El delantero de 30 años, jugador histórico del club argentino Godoy Cruz, al que arribó en 2016, tenía contrato con la institución tomba hasta junio de este año, pero había sido separado en diciembre del 2020 por orden del presidente de la institución, José Mansur, bajo el argumento de "falta de profesionalismo".

Según el diario "El Sol", de Mendoza (Argentina), un grupo de amigos y policías se dirigieron a la casa del jugador por la falta de respuestas. Este no contestaba llamadas ni mensajes. Una vez que lograron entrar al departamento, encontraron el cuerpo del delantero sobre su cama y con un disparo en la cabeza.

Desde su debut en el Bodeguero, García se ganó el cariño de esta institución a puro gol, a tal punto que se convirtió en el máximo goleador en toda su historia. Con sus goles, el Morro, como lo conocen en el mundo del fútbol, el club mendocino logró participar en la Copa Libertadores, llegando históricamente a octavos de final; y ser subcampeón en la Superliga Argentina por primera vez en su historia, quedando detrás de Boca Juniors solo por dos puntos.

Pero la maravillosa etapa del jugador comenzaba a terminarse tras la renuncia del entrenador Diego Martínez. Muchos jugadores no se sintieron cómodos con esta decisión, en especial él. También quedó fuera de algunas convocatorias y recibió duras críticas por parte de los directivos más importantes, principalmente por José Mansur, actual presidente de Godoy Cruz. "Que no te quepa la menor duda que su ciclo está terminado", declaraba el presidente. El club al que el Morro le dio tantas alegrías, le dio la espalda en el momento más difícil de su vida.

La trágica noticia ha despertado las alarmas sobre un tema tan importante en nuestra sociedad: la salud mental. Según la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPro), el 38% de los futbolistas sufre de depresión o problemas psicológicos. Es decir, cuatro de cada diez. En el caso del Perú, el 20,7% de la población mayor de 12 años padece de algún tipo de trastorno mental.

Sin embargo, este no es el primer caso de suicidio en el fútbol argentino. Tres futbolistas se suicidaron en el 2019. Claudio Apud, de 36 años; César Borda, de 25 años y Julio César Toresani, de 51 años. Cuando la tristeza se convierte en enfermedad, se llama depresión.

Decirle a una persona que padece depresión que "busque ayuda" nunca logró algo en concreto. Uno desea que fuera así de simple, pero no es así, porque siempre se encuentran más puertas cerradas que abiertas. El problema se ataca de raíz, social y culturalmente, con políticas de salud pública, sin distinción alguna.

El médico y exfutbolista Juan Manuel Herbella, excompañero de Toresani en Colón, reflexionó en una columna en el diario "Perfil", de Argentina, después del fallecimiento de su colega: "¿Es posible que 20 años después de haber salido campeón y de haber jugado en los mejores equipos de Argentina un exfutbolista se suicide viviendo solo en la miseria absoluta? (…) ¿Qué hacemos en las etapas formativas para evitar que los futbolistas de hoy no sean los Toresani de mañana?"

Mientras que para la sociedad el tema de la salud mental sigue siendo un tabú; para el fútbol, en cualquier parte del mundo, simplemente no existe.

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