En una de las versiones más atípicas del magno evento del fútbol americano, los Tampa Bay Buccaneers de Brady se coronaron campeones en el Super Bowl LV. Tuvieron que pasar 17 largos años para que los Piratas de Florida obtengan su segundo trofeo, esta vez de la mano del mejor de todos los tiempos en la National Football League (NFL).
En el primer cuarto del enfrentamiento, la escuadra bucanera tomó la iniciativa y remontó 7 – 3 al combinado kansano, el cual se mantuvo demasiado impreciso en sus pases largos. En la segunda etapa, los Kansas City Chiefs mejoraron su defensa, pero los Piratas aumentaron la intensidad y los sometieron con un contundente 21 – 6.
Durante el tercer período, los Jefes convirtieron otro gol de campo, sin embargo, Brady comandó un letal ataque para el conjunto bucanero, dándole un nuevo touchdown para el 31 – 9. En la cuarta y última parte, el equipo local sentenció el encuentro sin nuevas anotaciones. Tom Brady le otorgó a los Buccaneers la corona de un Super Bowl tras más de una década de sequía.
El escenario era el más idóneo para el combinado pirata, pues ganó su segundo campeonato en su amado hogar, el Raymond James Stadium, ante veinticinco mil espectadores. La algarabía y la locura reinaron en gran parte del partido, y no era para menos, ya que habían derrotado al vigente campeón de la competencia, los Kansas City Chiefs de Patrick Mahomes. El popular TB12 puso una vez más en evidencia su majestuosidad en el fútbol americano. A sus 43 años, el laureado mariscal de campo californiano consiguió una histórica e inolvidable hazaña luego de aniquilar a los favoritos en una icónica final de NFL. Tom Brady recibe su séptima victoria de Super Bowl en su décima disputa, esta vez con los Tampa Bay Buccaneers.
