Luego de estar recluido más de dos años en la prisión Belmarsh en Londres, Julian Assange parece ver la posibilidad de salir en libertad condicional este miércoles. Su suerte depende de la decisión que tome la jueza inglesa Vanessa Baraitser.
De no ser puesto en libertad, el periodista y programador australiano permanecería en la cárcel londinense y no será extraditado a los Estados Unidos.
Un nutrido grupo de manifestantes se congregaron, tras el fallo a favor del periodista, cerca al Tribunal de Old Bailey para celebrar que no será enviado al país norteamericano, y es que Assange parece ser un héroe para muchos, pero un obstáculo para un sector de los estadounidenses, quienes han afirmado que se encuentran profundamente decepcionados por el dictamen de Baraitser y que seguirán buscando la extradición del cofundador de Wikileaks.
El país de Trump acusa a Julian Assange de espionaje, intrusión informática y la publicación de documentos secretos del gobierno estadounidense durante la guerra en Afganistán e Irak.
Los motivos por los que Assange obtendría la libertad están referidos a su condición de salud mental. El psiquiatra Michael Kopelman, quien se reunió con Assange en varias ocasiones, mencionó que el periodista sufre de depresión severa y síntomas sicóticos.
Este deterioro en la salud de Assange fue la consecuencia de los años que permaneció escondido en la embajada ecuatoriana y que se acrecentó cuando el periodista australiano manifestó escuchar voces en la prisión Belmarsh, donde se encuentra hasta la actualidad. Pero, algunos representantes del gobierno de los Estados Unidos han cuestionado a Kopelman por la veracidad de sus afirmaciones, alegando que estas podrían ser inventadas.
México ha ofrecido el asilo político a Assange y el presidente Manuel López Obrador ha exhortado a la justicia británica la pronta puesta en libertad del cofundador de Wikileaks. Pese a ello, el ofrecimiento del presidente mexicano ha generado polémica, pues los periodistas aztecas, además de aprobar la condescendencia con Assange, han puesto sobre la mesa el caso de Lydia Cacho, periodista mexicana que fue torturada en su propio país por denunciar a una red de trata internacional de niños.
Otra posibilidad que se le abre a Julian Assange es la de volver a su país, a Australia. El primer ministro Scott Morrison aseguró: "Suponiendo que todo resulte a favor de Assange, como cualquier otro australiano, él es libre de volver a casa si lo desea". Sin embargo, la opción más atractiva para el periodista es la solicitud de asilo político en México gozando de la protección del gobierno de López Obrador.