El reeleccionista Donald Trump tiene una pesadilla llamada Bernie Sanders, líder del denominado socialismo democrático y quien sacude la política estadounidense soltando verdades.
Trump, el Bolsonaro del norte, el neoliberal en su versión extremísima, la tiene difícil, y por esto seguirá recurriendo al miedo y a la sangre con el objetivo de favorecer a las corporaciones que, en todos sus extremos, aplastan los derechos de los ciudadanos.
El neoyorquino Sanders creció en Brooklyn. Siempre ha otorgado su voz a favor de los ciudadanos que se ganan la vida trabajando. Hacia 1963, por ejemplo, marchó por el trabajo y la libertad y escuchó atento cuando Martin Luther King, Jr., enseñaba con su discurso "Yo tengo un sueño".
Sanders quiere que los millonarios y billonarios paguen más impuestos, quiere una justa redistribución de la riqueza, quiere un salario mínimo digno, acceso universal a la salud, un ingreso gratuito a las universidades públicas. Platea una lucha frontal contra el cambio climático y deja sin piso al ogro blanco Trump.
Oswaldo de Rivero, autor de "El mito del desarrollo", dice que el discurso de Sanders llega bien a la clase media estadounidense, que se ha empobrecido y siente que el capitalismo ya no funciona para ella.
Señala que la mayoría de la clase media norteamericana está sumamente endeudada, se la pasa refinanciando sus tarjetas de crédito, y, así y todo, no le queda, después de sus gastos ordinarios, ni 400 dólares para afrontar una emergencia. "El 12 % de la población norteamericana está hoy en la pobreza, y millones no tienen acceso a la salud", y Trump insiste con el neoliberalismo.
Joseph E. Stiglitz señaló hace poco: "Hoy, la credibilidad de la fe neoliberal en la total desregulación de mercados como forma más segura de alcanzar la prosperidad compartida está en terapia intensiva, y por buenos motivos".
Sostuvo que la pérdida simultánea de confianza en el neoliberalismo y en la democracia no es coincidencia o mera correlación: el neoliberalismo lleva cuarenta años debilitando la democracia.
Sanders apuesta por la recuperación de la democracia, que la gente ha llamado socialismo democrático. El mundo de Trump está colapsando. Sanders propone una alternativa viable.