MADRID, 31 May. (EUROPA PRESS) –
El ministro de Exteriores de Venezuela, Yvan Gil, ha instado a Estados Unidos a dejar de “sabotear” al país y a sus instituciones tras pedir a las autoridades venezolanas que permitiesen la presencia de los observadores electorales de la Unión Europea de cara a los comicios que se celebrarán el 28 de julio, después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) diera marcha atrás a la invitación de una misión por parte del bloque europeo alegando la renovación de sanciones.
“El Poder Electoral ha hablado con fuerza y no va a permitir el irrespeto de ninguna organización satélite de Washington. Es hora que EEUU desista de sus constantes intentos de sabotear nuestro país y nuestras instituciones. ¡Los apellidos que aspiran el tutelaje en Venezuela no volverán!”, ha expresado en su cuenta de la red social X.
Así ha respondido el ministro venezolano al portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, que previamente había mostrado su preocupación por la decisión de Caracas, por lo que Gil ha expresado que “el señor Miller quizás está acostumbrado a darle instrucciones a la Unión Europea”, pero que Venezuela es un país “libre y soberano”.
“La democracia bolivariana es sólida y ejemplar, mucho podríamos enseñarles a los EEUU a realizar elecciones verdaderamente libres”, ha añadido el jefe de la diplomacia venezolana.
La UE dio el paso hace dos semanas de retirar temporalmente una serie de sanciones a dirigentes en Venezuela en el marco de los esfuerzos para contar con unas elecciones presidenciales “inclusivas y competidas”. Concretamente quitó de su ‘lista negra’ al presidente del CNE, Elvis Amoroso, y a otros tres miembros del organismo.
Se trataba de un “gesto” de los 27 para dar aire a los esfuerzos para cumplir con los acuerdos de Barbados y celebrar unas elecciones con competencia real, frente a un Nicolás Maduro que aspira a la reelección para prolongar su mandato hasta 2031.
Aparte, el bloque europeo prorrogó el resto de sanciones que mantiene contra Venezuela por un período más corto, hasta el 10 de enero de 2025, coincidiendo con la fecha marcada para la toma de posesión del presidente electo venezolano que salga de las urnas en julio.