El francés Zidane reconoció en más de una oportunidad que no se trata de un enfermo estudioso del fútbol. El galo tiene mucho criterio y sobre todo, los jugadores del Real Madrid lo respetaban por tratarse de uno de los mejores futbolistas de la historia.
Zidane cambió el sistema de jugar en Real Madrid. Puso a tres delanteros. Con lo cual también debían ir tres volantes. Pero imitó al Barcelona y prefirió jugar con un volante central que esté más habituado a la marca.
En realidad Casemiro no lo estaba pero se adaptó mejor que los otros volantes. Kroos y Modric iban a los costados no tan abiertos y por lógica debían apoyar a los tres delanteros. Un sistema muy agresivo. Sin embrago, Zidane cambió de estrategia al ordenar que sean los laterales el apoyo que necesitaban sus delanteros.
Esa es la razón por el cual Kroos y Modric pese a jugar algo más adelantados no anotan regularmente con Real Madrid. Pues con las trepadas constantes de los dos laterales, Marcelo y Carvajal, no pueden subir con mucha libertad.
Si analizamos la mayoría de los goles del Real Madrid en las temporadas dirigidas por Zidane, más del 50 por ciento fueron habilitaciones de los dos laterales. Pese a que era una constante, los técnicos rivales no le hicieron una táctica eficaz para contrarrestarlo.
El segundo aporte, fue ubicar a Ronaldo como punta en pleno desarrollo del partido. El portugués con los años ya de desentiende de la marca más seguido y si juega de extremo de todas maneras debe intentar marcar.
Ronaldo en el centro fue potenciado por la calidad de sus compañeros. Ahora en este Real ya no está Zidane y tampoco Ronaldo.