El 23 de noviembre, Cueva cumplirá 32 años. Por el lado de la edad, todavía no está acabado. Sería bueno que el director técnico Juan Reynoso deje la terquedad a un costado y piense en el bien de la selección y recupere a Cueva. Es su trabajo.
A nuestra selección le falta un Cueva. A estas alturas de las clasificatorias, no aparecerá otro Cueva. No existe en el país un jugador peruano con sus cualidades ya conocidas. Ya se que no está en su momento. Por esto, es labor de Reynoso recuperar a nuestro Cueva.
Reynoso tiene que rescatar a Cueva en lugar de gastar miles de dólares en viajes, comida, cenitas improductivas en Europa. Recuperar a Cueva implica:
- Desintoxicarlo, es decir, hacer que en su cuerpo fluya más sangre que alcohol.
- Encaminarlo, es decir, cuando está sobrio, explicarle que la vida es una sola y que tiene tiempo para darle a su país nuevas alegrías y que, después de colgar los chimpunes, puede beber todas las cervezas que quiera con el cebichero que lo lleva por rutas equivocadas o con cualquiera que está a su lado en este momento solo por su plata.
- Entrenamiento personalizado, es decir, tiene que volver a la metodología de José Neyra, aquel buen ser humano que ve el fútbol de una manera distinta y que alguna vez, hace algunos años, ayudó a Cueva a salir de las sombras.
- Entorno adecuado, es decir, debe evitar juntarse con todo aquel que lo tiente a la juerga o la bebida y hacerle caso a sus familiares y amigos verdaderos que le dicen que se cuide, que coma bien, que duerma bien y que entrene con José Neyra como un verdadero profesional.
Si Reynoso recupera a Cueva habrá hecho algo para la selección. Algo concreto. Si sigue dejándolo a un costado solo porque Cueva le recuerda a Gareca, Reynoso acabará mal. Espero que las cosas mejoren en la selección. De verdad.