La señora Fujimori acaba de decir que "la población cubana ha salido a la calle para terminar con algo que aquí se quiere iniciar a la mala torciendo la voluntad popular". ¿Torciendo la voluntad popular? ¿Algo que aquí se quiere iniciar a la mala?
Keiko dice que hubo fraude. Lo dice sin pruebas como Vargas Llosa, a quien el diario "El País" de España lo corrigió por publicar esa mentira en sus páginas en forma de columna. Sería muy interesante que Vargas Llosa, si tiene pruebas de que hubo fraude, hiciera su denuncia formal en el Perú. No lo hará porque sabe que miente.
"El País", que no es un diario de izquierda, nos recuerda que "las opiniones son libres y que los hechos son sagrados". Vargas Llosa faltó a los hechos así como falta a los hechos su aliada Keiko.
La Fujimori se aprovecha de las protestas en Cuba para seguir engañando; pero se va quedando sola. Solo los mafiosos la hacen caso a estas alturas. Hay protestas en Cuba y está bien porque en la isla hay libertad para protestar y para exigir democracia. Una democracia real que debe llegar.
Es falso que las protestas en Cuba son masivas y generalizadas, aunque es posible que crezcan. Es falso también que Cuba está por colapsar. La verdad es que Cuba resiste un cruel bloqueo económico de 60 años y que, a pesar esto, hay avances en educación y en salud. Keiko no sabe de lo que habla. Lo único que quiere es jalar agua para su molino, como Vargas Llosa, el vocero de la internacional reaccionaria.
Otra verdad es que Keiko le sonreía a Fidel Castro cuando era la primera dama de la dictadura de Montesinos y su padre, cargo que empezó a ejercer a los 19 años y no a los 15 como miente Gisela Valcárcel. La Fujimori ya no sabe qué hacer. Pero seguirá en su pelea para no llegar a la cárcel.