Rolando Reátegui sería el topo al que se refiere Keiko Fujimori, pero no está segura. Reátegui estaría soltando información valiosa con la que el fiscal José Domingo Pérez Gómez está desbaratando esa presunta organización criminal que Keiko habría formado dentro de Fuerza Popular.
Todo indica que Reátegui, si es el colaborador eficaz de la Fiscalía, no quiere salvar a Keiko sino a su familia, a su esposa que aparece como aportante para la campaña de Fuerza 2011. Sabe demasiado el colaborador. Sabe, además de los aportes fantasmas, que hay un triángulo de poder. En la esquina política, en este caso en el Congreso, está Keiko Fujimori con una mayoría aplastante y dispuesta a tumbarse al mismo presidente de la República.
En la esquina del Poder Judicial, el "hermano mayor" de "Los cuellos blancos del puerto", César Hinostroza, estaba dispuesto a todo, a salvar a violadores, salvar a cualquier fujimorista importante, siempre alistándose para ser "elegido" a dedo como presidente del Poder Judicial.
En la esquina de la Fiscalía, Pedro Chávarry, siempre atento a la jugada, siempre dispuesto a cuidar a los naranjas en todas las circunstancias posibles, es el hombre fuerte hasta ahora. Él ha negado en todos los idiomas que es el fiscal del fujimorismo, pero hay quienes dicen lo contrario y hechos que lo contradicen.
Es una gran baja para aquel triángulo de poder que le hayan dado 36 meses de prisión preventiva a Hinostroza; en la Fiscalía, Chávarry pelea con todas sus armas a su alcance, pero ya le alcanzará a él la justicia; en el Congreso la cosa está grave para Keiko. Reátegui, si es el colaborador eficaz, es la prueba contunden.
En la medida que avanzan las investigaciones aparecerán más hombres y mujeres colaborarán con la justicia. También habrá más renuncias a la bancada naranja. Petrozzi se fue hace poco y es probable que Salaverry también se vaya. Cuarto Poder lo adelantó anoche. La noche se le torna más oscura para Keiko.