Ha fallecido el uno de febrero el destacado profesor e investigador Francisco Durand. Ha hecho contribuciones relevantes a las ciencias sociales cuya repercusión es fundamental no solo en el campo de la investigación sino en la explicación de procesos decisivos para entender la concentración del capital, la corrupción y los cambios del sistema social que merecen ser explicados para entender lo que nos ocurre como país.
El profesor Durand fue Licenciado en Sociología por la PUCP y profesor principal de la misma entidad. Ph. D. por la Universidad de California, Berkeley, profesor principal de Política de la Universidad de Texas, San Antonio.
Ha publicado trabajos importantes entre los más relevantes El Perú fracturado: formalidad, informalidad y economías delictivas (2008), Poder empresarial y sociedad civil en Sudamérica: entre el diálogo y el enfrentamiento (2011), La mano invisible en el Estado: crítica a los neoliberales criollos 2ª. Ed. (2010). Los Romero, fe, fama y fortuna (2013), El problema agrario en debate SPI XVI: Dinámicas informales e ilegales en los espacios rurales (2016), Cuando el poder extractivo captura el Estado (2016).
Esta modesta nota pretende exponer su destacada tarea de investigador universitario que honra a las ciencias sociales con una panoplia de aportes cuya lectura es impostergable. En este breve espacio queda la posibilidad de comentar uno de sus destacados trabajos. El profesor Durand con una metodología contemporánea y datos actualizados plantea los elementos medulares de la obra Los doce apóstoles de la economía peruana. Una mirada social a los grupos de poder limeños y provincianos (PUCP, 2017).
El libro es un modelo en varios sentidos que de ningún modo puede pasarse por alto. No se trata de una lectura para llenar el afán culturalista y pacato. Permite explicar y entender el Perú de la hora actual, reflexionar sistemáticamente sobre él y tomar las decisiones estratégicas que un país atrapado entre la ignorancia y la irresponsabilidad demanda para orientarse.
Está organizado en siete capítulos: 1. Entendiendo a los grupos económicos, 2. Breve historia de los grupos económicos, 3. Teoría y conceptos, 4. Grupos limeños y provincianos, 5. Grupos limeños establecidos, 6. Grupos provincianos emergentes, 7. Los doce apóstoles comparados. La lectura puede se puede iniciar no necesariamente en el primer capítulo, cada uno tiene peso propio y una unidad y coherencia modélica, útil no solo para los periodistas, analistas políticos, juristas, sociólogos y educadores. Sin contar a los congresistas cuyo norte es la “plata”.
El libro trata de los grupos de poder más grandes de la actualidad que en conjunto constituyen un problema de investigación para las ciencias sociales actuales. Los grupos en conjunto son el eje de las “dimensiones económicas, políticas y discursivas de su poder” que interactúan y esta interacción no se puede entender con meros informes periodísticos, que acuñaron la frase “Los doce apóstoles” sino por su poder económico, social, cultural y político. Requería pasar por el cernidor de las teorías implicadas y el estudio de las élites que tienen un carácter multidimensional.
Los trabajos de investigación que pasan a la historia son los que parten de supuestos teóricos varias veces confrontados, del análisis de la realidad cotejada y precedidos de antecedentes. Nadie va prima facie a los datos sino de la realidad a los datos y a las cuestiones. Las preguntas no son sino la culminación en el redondeo de los problemas. El autor es claro “¿Quiénes expresan y personalizan el poder económico de los grupos aparte de los logros y las empresas?”. La élite que concentra el poder. Hay algunos casos que conviene reparar en ellos como, por ejemplo, el caso del señor Slim en México donde se habla del matrimonio de la élite con la cultura. ¿Puede alguien atreverse a mencionar al señor Acuña sin temor de ser enjuiciado?
Las investigaciones no son plantillas llenas para hacer currículo. Se ubican en un contexto histórico, en una comunidad científica dinámica que tiene como norte la verdad basada en los hechos. Las revoluciones científicas fueron cambios de paradigmas existentes y no especulaciones en el vacío. Los dueños del Perú de Carlos Malpica, fue escrito en 1963 y fue un antecedente, los grupos industriales y financieros existen y motivaron reflexiones de investigadores con vocación de buscar la verdad. Este notable trabajo del profesor Durand se ubica en esta historia que este mundo globalizado enfrenta a su vez junto a otros problemas de gran interés actual.
En suma, estos grupos de poder económico “tienen tal poder de reconocimiento que, en condiciones normales, positivas para los inversionistas, logran rápidamente altos niveles de influencia en los medios de comunicación de masas. Esta alta influencia es mayor que la de cualquier actor o clase social y reposa en varios pilares … los medios de comunicación son empresas privadas, el avisaje … los periodistas dependen laboralmente de sus jefes…” Es una realidad que los hechos los confirman diariamente. Una realidad que las palabras, los manifiestos y los discursos no la modifican.
Es menester concluir. Los que nos gobiernan y los que se asoman, casi siempre se olvidan de sus promesas no bien se sientan en el sillón presidencial como Humala. Uno de los tantos enunciados con que concluye el libro le pondría los pelos de punta incluso al parlamentario más tozudo y lento. “Si la élite económica más fuerte no señala un camino para todos, y ni siquiera se relaciona entre sí, otros lo harán o el país quedará a la deriva, preso de los vaivenes de quienes se sucedan como dirigentes y las influencias externas, hoy cada vez más fuertes”.