La primera vuelta de las elecciones regionales y municipales deja hasta el momento un saldo complejo e incompleto. Dos partidos difuntos, el Apra y Fuerza Popular (en política no hay cadáveres), AP aparentemente resucitada, la pálida sombra del PPC, el partido de la plata como cancha, un abigarrado conjunto de empresas electorales, movimientos y liderazgos.
Nadie se atreve a definirse explícitamente como derecha.
Vladimiro Cerrón regresa en Junín luego de una gestión muy atacada por los medios. Zenón Cuevas y Walter Alduviri en Moquegua y Puno, ganan como resultado de la lucha de sus pueblos contra los abusos de la gran minería. Ni Cerrón ni Alduviri están ligados orgánicamente a ningún partido de alcance nacional. Cuevas sería próximo a Patria Roja.
Fraccionada en tres, la izquierda perdió en Cajamarca. Con ello, el liderazgo local de Gregorio Santos queda en cuestión.
En Lima, algunos llamaron a votar por Muñoz. Esto impide apreciar el verdadero volumen de las dos opciones electorales de izquierda explícita que fueron ahogadas por la “plata como cancha” de los grandes.
No se conoce con exactitud el número de alcaldías provinciales y distritales en manos de grupos que pueden definirse a la izquierda.
Hasta ahora, en lo que lleva de vivido el proceso de descentralización, nada notable han hecho los gobiernos de las izquierdas en regiones, provincias o distritos. Valientes en la lucha pero mediocres en la gestión. Deberían ser modelos de gerencia social y popular.
Otras gobernaciones regionales serán definidas en la segunda vuelta.
Mientras tanto, la pudrición del sistema continúa y la agenda popular sigue abandonada.
Una visión estratégica que incluya desde las discusiones en el Congreso hasta las manifestaciones de las calles y las provincias, desde el antifujimorismo hasta el antisistema, una acción que organice lo que Gramsci llamaba una “guerra de posiciones”, es necesaria.
Pero el actor social y político capaz de hacerlo, no aparece todavía. Mientras eso no suceda, seguiremos dando vueltas en el mismo carrusel.