El arzobispo de Lima, Carlos Castillo, celebró este domingo la fiesta del Corpus Christi con una misa inédita sin feligreses, pero repleta de retratos de las más de 4000 personas que murieron a causa del coronavirus.
Es la primera vez en más de 400 años que en la catedral de Lima se realiza una misa vacía y con retratos de víctimas de una pandemia. En la víspera, Castillo dijo a una radio local que la ceremonia religiosa pretendía unirse en solidaridad "con todos los peruanos, en especial con aquellos que han muerto'' por COVID-19.
Desde el martes, el arzobispado imprimió miles de retratos que los familiares de los muertos enviaron al correo electrónico institucional, el cual terminó saturado tras la convocatoria. Durante todo el sábado, el equipo de prensa del arzobispado colocó las fotografías en las 84 bancas de la catedral, pero al faltar espacio, Castillo ordenó colocar otros miles en los muros.
Se podían ver retratos de médicos, policías, bomberos barrenderos, periodistas, abuelos abrazando a sus nietos, una mujer bailando con su hijo y hasta un bebé, todas víctimas del COVID-19.
De acuerdo al reporte del sábado, Perú superó los 6400 muertos mientras que el total de infectados quedó por encima de los 225 mil. Nuestro país es el segundo con más contagios en Latinoamérica, después de Brasil.