Este artículo es de hace 3 años

Bayern Münich y una copa más para la vitrina

Bayern Münich es el nuevo dueño del sextete, pero sin Guardiola.
Mauricio Guevara

Bayern Münich se coronó campeón del Mundial de Clubes tras ganar el encuentro contra el Tigres de México el último jueves. Gracias a esta nueva copa, el equipo bávaro logró el tan ansiado sextete, galardón que solo el legendario Barcelona de Guardiola había logrado hasta ahora.

Aunque el Bayern cuenta con una de las mejores plantillas del mundo, no había conseguido ni siquiera llegar a disputar una final de la Champions League, desde hace seis temporadas. Lo cual causó más de una sustitución en el banco de director técnico. Hasta el mismo Pep Guardiola pasó por allí.

Con un comienzo desastroso, la temporada pasada pintaba como la peor para el cuadro de Münich, pero luego de una “vacancia”, al entonces entrenador Niko Kovac, el Bayern tomó el mejor de los rumbos de la mano de su nuevo DT, Hans Flick, el cual se terminaría convirtiendo en una especie de “Rey Midas” para el equipo alemán.

Desde la llegada del nuevo director técnico, el equipo solo ha tenido un problema: saber si todas las copas cabrán en una sola vitrina, pues el “cuadro bávaro” ha logrado hacerse con la Bundesliga, la Copa Alemana, la Champions League, la UEFA Supercup, la Supercopa Alemana, y ahora el Mundial de Clubes.

Gracias a esto, Hans Flick, fue nombrado como el mejor entrenador del mundo en el 2020, por La Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS). Flick se convierte en el cuarto técnico alemán que gana este premio después de Otmar Hitzfeld, Jupp Heynckes y Jürgen Klopp, al que sucede en el palmarés.

Esta nueva temporada el Bayern es, una vez más, favorito para ganar la Champions y mantiene el invicto de la temporada pasada, mientras espera por su cruce frente a la Lazio en octavos de final. Sin embargo, ya no podrá repetir el sextete, pues fue eliminado, de manera inesperada, de la Copa Alemana.

Es increíble cómo un técnico puede influenciar tanto en el desarrollo del equipo, pues con un Bayern jugando bonito, como Guardiola les enseño, fuimos testigos de cómo se perdió la eficacia. Pero con la llegada de Flick, el conjunto bávaro se convirtió en una lanza que se tornaba roja con cada punzada que daba a cualquier adversario que se entrometiera en su camino.

Bayern Münich ha dejado la valla alta, ganando el torneo más importante de Europa de manera invicta, alcanzando el sextete y destruyendo al Barcelona por 8-2, con secuelas que removieron hasta la dirigencia blaugrana. Este Bayern reescribió su historia como solo él sabe, respetando su icónica frase: Mia san Mia (Nosotros somos nosotros).

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