Era cuestión de tiempo. El santuario inca Machu Picchu, una de las 7 maravillas del mundo y la meca del turismo de la región Cusco, fue cerrado indefinidamente por las protestas provocadas las empresas PeruRail e IncaRail, que subieron sus precios de manera escandalosa.
La Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco anunció el cierre de Machu Picchu mientras las protestas en Aguas Calientes y otras zonas de Cusco siguen creciendo.
Los cusqueños exigen un reajuste de tarifas y un incremento de frecuencias por parte de PerúRail e IncaRail, las dos únicas empresas que ofrecen el servicio de transporte vía tren hasta el emblemático punto turístico.
De acuerdo a lo expuesto, consideran que el costo del pasaje, el cual es de US$ 25, es excesivo para los turistas nacionales y los ahuyenta de visitar a los pueblos ubicados en el trazo ferroviario.
Al distrito de Machu Picchu pueblo también se le sumaron en este paro Santa Teresa y Ollantaytambo. Asimismo, las autoridades cusqueñas respaldaron las demandas de los ciudadanos. El gobernador de Cusco, Jean Paul Benavente, y el alcalde de Machu Picchu pueblo, Darwin Baca, se encuentran entre ellos.
Dichos funcionarios también se mostraron a favor de que se revise la concesión otorgada a Ferrocarril Transandino (Fetransa), consorcio que agrupa a PeruRail e IncaRail. El apoyo a este requerimiento que forma parte del pliego de reclamos del Comité de Lucha de Machu Picchu se dio a conocer a través de un comunicado.
Óscar Valencia, presidente del Frente de Defensa de Intereses de Machu Picchu, acusó a PeruRail de maltratar a los turistas nacionales a lo largo de los años. “Los boletos siempre estaban agotados, por eso tenían que dormir en la puerta de la boletería y al no encontrar tenían que acceder a boletos más costosos”, declaró a un medio local.
La empresa de transporte ferroviario viene siendo cuestionada por ese mismo tema con bastante anterioridad, pues un informe de la Comisión de Comercio Exterior y Turismo del disuelto Congreso recomendaba cancelar los contratos por el incumplimiento de los estándares técnicos para brindar el servicio y también se remarcaba el “maltrato y discriminación” al cual habrían sido sometidos los usuarios nacionales.
PeruRail emitió otro comunicado el día de hoy y lamentó que las manifestaciones se “radicalicen”. El documento en cuestión reitera las aseveraciones hechas por Alberto Valdez, gerente de la empresa, en una entrevista que le concedió el portal de noticias turísticas TNews.
Valdez sostuvo ante el medio citado que la empresa que administra no está en condiciones de reducir la tarifa para turistas nacionales y recordó los precios de los pasajes del tren local que se encarga de trasladar a los habitantes de los pueblos que están ubicados en el margen ferroviario. “Consideramos que el rol subsidiario le corresponde al Gobierno, y no a las empresas privadas”, señaló.
En esa misma entrevista, Valdez también dijo que las posibilidades de ampliar las frecuencias de los trenes para turistas nacionales eran poco probables. “En este sentido, sería el concesionario quien debe evaluar si es posible ampliar los horarios diarios. Tener trenes exclusivos para el turismo nacional es poco probable, sería como pedir a una línea aérea crear frecuencias de vuelos solo para peruanos, eso sería imposible”, indicó.
El Gobierno Regional de Cusco instó a que se conforme una nueva mesa de diálogo para este miércoles 16 de diciembre para que se solucionen las demandas de los ciudadanos. Por su parte, el Frente de Defensa de Intereses de Machu Picchu precisó que se podría gestar un paro regional en coordinación con los demás municipios afectados.
