El primer gran giro de Verónika en la campaña ocurrió en Tacna, donde ratificó que ella sí cambiará la Constitución. En la Ciudad Heroica, presentó el proyecto de ley de cambio de Constitución y conminó a los otros candidatos a firmar un compromiso si, en realidad, estaban hablando en serio cuando se sumaban a su propuesta. Horas antes, un diario de una posición débil le pedía que se pasara al centro para jalar votos de los indecisos. No le hizo caso y le fue bien, es decir, no actuó como Humala.
El segundo golazo en la campaña fue juntarse con Evo Morales, ante el asombro de gente que no estudia y que, por tanto, se deja llevar por la propaganda y cree aún que Evo es un monstruo del mal. César Hildebrandt, en la última edición de su revista, en la cual escribe sobre Manuel Dammert, señala sobre este que “si la edad y las ganas se lo hubiesen permitido, se habría ido a Bolivia cuando Evo Morales logró que su país dejase de ser el viejo Potosí de las mamachas”. (Evo es visto ya como lo que es: un demócrata latinoamericano de los tiempos futuros).
El tercer punto importante en la campaña de Verónika fue su actuación en el debate definitivo organizado por el Canal 4 y Canal N. Ella ganó de lejos y la gente pudo comparar y probar con sus propios sentidos que Verónika es la candidata más preparaba para llevar las riendas del país y salir de esta crisis en la cual falta trabajo y salud.
Verónika está subiendo, por esto la quieren fuera del camino a la segunda vuelta. Hay en curso una campaña millonaria para detenerla con inventos, mentiras, exageraciones, tergiversaciones, zancadillas, golpes bajos, topos, portadas y todos los recursos posibles. Sin embargo, su firmeza es su mejor carta. No dudar la ayuda.
Ahora, muchos ciudadanos, que quieren un gobierno decente, se suman a la campaña porque saben que ella, que Juntos por el Perú, no cuenta con recursos. Se nota que hay una campaña ciudadana espontánea para ayudarla. Esto es bueno y saludable para la democracia. Debe gobernar alguien que suba con el apoyo de la gente y no con los millones de los corruptos de siempre.