“Fuerza Popular, ya se cagó, ya se jodió”, vociferaba una señora albertista en la puerta de la clínica Centenario de Pueblo Libre. Gritaba desde el hígado y desde el corazón porque entendía que Keiko Fujimori había hecho algo para que Alberto Fujimori regresara a la cárcel. Aquella expresión se la escuché también a un elector al ver lo resultados de las últimas elecciones.
De alguna manera tenía razón el elector porque la organización de Keiko Fujimori fue una de las derrotadas de la justa electoral del domingo.
El analista Fernando Tuesta explicó que efectivamente Fuerza Popular fue una de las grandes derrotadas, pero hizo notar que el fujimorismo nunca ha sido una fuerza considerable en elecciones regionales y municipales ni siquiera en los tiempos mejores de Fujimori y Montesinos.
Sin embargo, en esta ocasión, dijo el experto, no haber conseguido casi ni una sola victoria en ningún distrito importante, provincia o región significa que los ciudadanos han castigado al partido naranja por todas las denuncias que tiene en su contra muchas de la cuales son referidas a la corrupción.
Hay que recordar que, en esta ocasión, en esta competencia electoral, Keiko visitó varias regiones a fin de apoyar a sus candidatos.
En uno de esos viajes, ya cerca del 7 de octubre, una de sus acompañantes, le tiró al piso el celular de la periodista Pamela Palacios por el solo hecho de hacerle preguntas a la lideresa naranja.
El analista Carlos Tapia dijo que la responsable de la derrota es Keiko ya que el desgaste de su imagen ha provocado un “resquebrajamiento” de su estructura partidaria.
Hay una alianza evidente entre Keiko y Alan García, este último es considerado como líder del Apra y algunos dicen que es el sepulturero del partido de Haya de la Torre.
El partido de la estrella no ha ganado en Lima ni siquiera la alcaldía de Breña, distrito donde se ubica la sede de la organización.
En Trujillo, antiguo bastión aprista, tampoco han ganado los seguidores de Alan García, quien pese a todo ha regresado a la arena política.
Los entendidos señalan que García tiene un descrédito por las graves imputaciones en su contra y su presencia en el partido no permite que este resurja.
Pese a haber sido derrotados electoralmente, Keiko y García siguen teniendo un gran poder en el Congreso, en la Fiscalía y en el Poder Judicial.